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‘¡¿Qué facciamo con i pomodori?!’ ( ¿Qué hacemos con los tomates?)”.

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"Hacíamos concentrado de tomates en tabletas".
Enrique Santiago Langer llegó a Regina como empleado de la CIAC en 1928. Tenía entonces 17 años y hoy, a pocos días de cumplir 95, cuenta aquella experiencia por Susana Yappert.
 
Esta entrevista fue publicada en el Suplemento "El Rural" de Diario "Río Negro", sábado 13 de mayo de 2005.
Enrique Santiago Langer vive en Bariloche hace 15 años, pero su vínculo con la provincia comenzó hace casi 80, cuando fue contratado por la Compañía Italo Argentina de Colonización y se estableció en Villa Regina. Un poco por obra del azar, una mañana bajó de un tren para iniciar su vida en la Colonia Regina Pacini de Alvear, para él un lugar tan remoto como ajeno. Enrique había vivido siempre en la Capital y, de pronto, amaneció en una geografía esteparia, con bardas de un lado y alpatacos del otro. Este joven nada sabía del viento patagónico y de su furia. Apenas había transitado 17 años de vida en una de las principales ciudades del continente. Era nieto de un genovés de ascendencia austríaca. Su padre ya era criollo y vivía siempre en Buenos Aires junto a su familia.
Francisco asistía al colegio Carlos Pellegrini hasta que decidió cambiarlo por una academia para aprender contabilidad. Su padre tenía un comercio, pero quería otro destino para su hijo. Por eso no dejó pasar una oportunidad que se le presentó detrás del mostrador. “Una clienta tenía un contacto en el Banco Francés Italiano, que estaba en la esquina de San Martín y Cangallo –relata– y pocos días más tarde nos comunicó que habían aceptado su recomendación y que me contratarían para trabajar de administrativo en un nuevo emprendimiento colonizador, una colonia 100% italiana, la Colonia Regina”.
La Compañía Italo Argentina de Colonización (CIAC) había comprado unas 5.000 hectáreas que fraccionaron en parcelas de 10 a 15 hectáreas para ofrecer a inmigrantes italianos. “A medida que iban habilitando el riego y levantaba una casita en la parcela –cuenta Enrique– le otorgaban la tierra a una familia. Los colonos, cuando llegaban ya tenían asignada la parcela. La Banca Comercial italiana era la que financiaba todo el sistema. La CIAC tenía un hombre al frente de su planificación, el Ingeniero Bonoli y otro al frente de las obras de riego, el ingeniero Bicchi. Los inmigrantes que llegaban para hacerse agricultores, provenían de distintos lugares de Italia y si no hablaban el italiano no se entendían porque todos tenían dialectos diferentes.
“Fue un tiempo duro, sacrificado pero intenso. Yo no estuve para la fundación, llegué tres años después, aun así tenía contacto con cada uno de los italianos que fueron a vivir allí. Me acuerdo del primer día de trabajo. Me pidieron que escribiera un texto en una máquina de escribir pero como estaba nervioso puse el carbónico al revés (risas). Aprendí mucho esos años. De algún modo vi nacer el pueblo. Me ocupaba de la venta de tierras, de cobrar las cuotas, era el nexo entre la CIAC y los inmigrantes. Aprendí el italiano, aún lo escribo y lo leo. Recuerdo que los colonos que llegaban hacían inmediatamente sus huertas y plantaban lo que salía rápido, como tomates o vid y luego pasaban a las plantaciones de manzanas, peras, ciruelas o duraznos”.
De aquellos primeros tiempos, Enrique guarda riquísimas anécdotas. Puede reconstruir aquel nuevo mundo que se desplegaba para estos laboriosos italianos que llegaban esperanzados, imaginando un paraíso que no existía o que no encontraron nunca. Los que se decidieron a construirlo –si vale el término– lo hicieron sólo a fuerza de trabajo durísimo que terminó venciendo a una geografía hostil y a una realidad aun más hostil, la de un país distinto y cambiante que les enseñó secretos y estrategias para mantenerse a flote. “Hubo momentos difíciles –explica Langer–, momentos de crisis en los cuales algunos colonos decidieron dejar todo e irse, se desanimaron cuando vieron que no podían pagar su tierra. Hubo quienes pelearon durante mucho tiempo con el salitre que tenía la tierra y otros que aguantaron los malos tiempos, se quedaron, superaron sus dificultades y resistieron a la hora de los remates”.
CHE FACCIAMO CON I POMODORI?
Pasaron los años y Langer fue contratado por una fábrica que se instaló en la Colonia Regina. La firma se dedicaba a industrializar el tomate que se cultivaba en la región. “La fábrica era Torrigiani &Bagliani y me mandaron como colaborador de las cosechas. Estábamos durante el invierno en Buenos Aires y nos íbamos a la Colonia Regina para las temporadas. Ya estaba casado y fueron llegando mis hijos: Norberto, Norma y Ernesto. Mi hija Norma casi nace en Regina. Mi mujer era de Buenos Aires, habíamos ido juntos a la escuela y aceptó ir conmigo a Regina, me acompañó toda la vida. Mi esposa se llamaba Luisa Marfa Conti, bautizada con el nombre de una protagonista de una novela rusa que leía su abuela en Italia. Pasábamos las fiestas en Buenos Aires y después nos instalábamos en el Valle hasta fines de marzo o principios de abril. Viajábamos en tren. En esta empresa estuve muchos años. Cuando trabajaba para la CIAC, tomé contacto con Torrigiani & Bagliani. La firma hacía extracto de tomate con la marca Scala, tomate pelado de la variedad Samarsano, perita, y también redondo. La fábrica era importante, bastante bien puesta”.
Los chacareros llegaban a la fábrica en chatas tiradas por caballos, como planchones con los cajones de madera llenos de tomates, recuerda Norma, hija de Enrique. “Había temporadas buenísimas y otras muy bravas. Sobre todo cuando había más tomates de los que se podían comprar y los chacareros no sabían qué hacer con la cosecha. Nos atorábamos de tomates. Los pagábamos 3 centavos el kilo. Recuerdo a un colono Chiachiarini que se paraba frente a la puerta de la fábrica y gritaba: ‘¡¿Qué facciamo con  i pomodori?!’ ( ¿qué hacemos con los tomates?)”.
Durante la Segunda Guerra Mundial hubo desabastecimiento de muchos productos, entre ellos, la hojalata que utilizaban para envasar los tomates, de modo que fue indispensable sustituirla. Enrique cuenta que durante algunos años deshidrataban los tomates y los envasaban con una técnica muy peculiar: “Hacíamos en concentrado de tomates en tabletas. El Tomacó. Se desecaba el tomate, se cortaba en rectángulos y se los guardaba apilados en una cajita”. “Creo que venían de a 10, eran como curitas más grandes envueltas en papel celofán –grafica Norma–. Uno sacaba la tableta y la metía en un jarrito con agua tibia para disolverlo. Cuando se hacía el Tomacó, ponían los tomates en un secadero enorme, metían los tomates en unas sarandas cubiertas de una tela de algodón y los secaban al horno para deshidratarlos”.
Durante el tiempo en el cual Enrique trabajó en la Colonia, y en tiempo de cosecha la fábrica trabajaba 24 horas en tres turnos. El director era entonces el Cavaliere Migniani.
Enrique recuerda también a otras personas que trabajaron con ellos. A María Civardi, esposa del chofer de la fábrica y que los ayudaba en la cocina, su marido se llamaba Domingo y su cuñado Aquiles Civardi, que era carpintero allí. “Convivían con nosotros –cuenta Langer–. Una vez fuimos juntos a San Martín de Los Andes. Recuerdo a los Piccotti, nuestros vecinos, al doctor Canali, también director de la fábrica y que sucedió al Cavaliere Migniani. El doctor Canali llegó solo y luego vino su familia, su señora Yolanda y sus dos hijos, Iza luego de Longhinotti (que todavía vive en Regina y se comunica con nosotros) y Gildo. También me acuerdo de los Piccinini, uno estaba en la oficina y otro era mecánico de la fábrica”.
Norma cuenta que cuando llegaban a Regina para pasar el verano los esperaban los hijos de los chacareros. “Era una fiesta el reencuentro con ellos cada temporada. Andábamos en bicicleta por las chacras, jugábamos todo el día. También recuerdo el teléfono a manivela que tenía la fábrica, que comunicaba a una central telefónica y la publicidad de los tomates Scala que la radio repetía”.
La familia Langer tenía una casa en la puerta de la fábrica. Todos los domingos, iban a esperar el tren, en él llegaban los diarios y las noticias de la capital. Les divertía ver a los viajeros que llegaban en cada servicio, la gente nueva, las familiares y las visitas de los residentes. Otra de las actividades recreativas que tenía la familia Langer era ir al Círculo Italiano. “Ibamos a ver las compañías de ópera y opereta que venían de Buenos Aires. Los espectáculos siempre eran a sala llena, llena de nostálgicos italianos que iban a deleitarse con su música. También participábamos de los carnavales que eran muy alegres. Era un mundo distinto. De diversiones más simples y en familia. Los chacareros y empleados de la fábrica, tenían otro entretenimiento: salían en camiones a cazar, tenemos alguna foto en las que hay un grupo de hombres con sus escopetas”.
De Torrigiani & Bagliani Enrique pasó a la parte comercial del producto operada por Fioravanti y Cía. “Es la fábrica de la chimenea que se ve cuando uno llega a Regina, ellos vendían los productos nuestros, de los tomates Scala”. Luego de años de viajes entre Regina y la Capital, Enrique fue trasladado a Quilmes, a Giraud, otra industria de comestibles también de Fioravanti. “Allí hacían encurtidos, enlatados varios, tomates, antipasto, pickles, y los carcchiofini. Eran los cardos pequeños que traía en canastos, generalmente eran mujeres las que cosechaban esos brotes para vender y los envasábamos. Se comía el corazón del brote, que era como un alcaucil.”
La familia Langer volvió a la capital en 1950. Por esa fecha Enrique trabajaba en las oficinas de Hipólito Yrigoyen de Fioravanti y –luego de tantos años en la firma y en premio a su eficiencia– fue habilitado, es decir que participaba en las ganancias de la empresa. Esta situación duró unos años, hasta que Fioravanti cerró, como tantas empresas en aquella Argentina del Proceso. Luego Enrique pasó a la firma Gargantini donde se jubiló. Del 80 al 90, ya jubilado, siguió trabajando en una empresa de la cual se retiró por cuestiones personales.
EL REGRESO A RIO NEGRO.
Enrique enviudó en 1971 y muchos años siguió viviendo solo en Buenos Aires. Su hija Norma se había cansado de la ciudad y se instaló en Mar de Ajó, junto a su marido Bruno Julio D´Avanzo y sus cuatro hijos: Bruno, Cristina, Pablo y Diego.
Enrique los visitaba con frecuencia, pero luego de una década Norma y su marido decidieron partir con un nuevo destino: escribieron a varias ciudades para conseguir información y se decidieron por Bariloche. Subieron a sus chicos, ya adolescentes, a una camioneta, y llegaron a la región de los lagos.
Inmediatamente consiguieron trabajo, Norma era maestra y su marido, técnico en televisores. La familia se adoptó bien y echaron raíces en esta provincia. “Ellos iniciaron el regreso a Río Negro –afirma Enrique–. Otro de mis hijos también vive aquí y el otro en Italia. Yo me mudé hace algo más de 15 años a Bariloche. Casi toda mi familia estaba acá y no tenía sentido seguir solo en Buenos Aires. Creo que he vivido tantos años porque tuve una vida sana, una familia longeva, de hecho tengo a todos mis hermanos vivos y alrededor de los 90 años, y sobre todo por el amor de mi familia. Mi hija me invitó a vivir con ella y con su familia y me cuida horrores. El afecto de todos me ha permitido llegar tan bien a los 95 años”.
En la casa de la familia D´ Avanzo-Langer hay todo el día movimiento. Norma mima a todo el mundo, desde que se jubiló se dedicó a hacer cursos en el INTA y experimenta haciendo dulces deliciosos. Su marido, como todos los años en que hay un mundial, está tapado de trabajo. Enrique vive en un departamento independiente dentro de la casa pero está permanentemente acompañado. En su loft lee el diario todos los días, se cocina y disfruta de sus hijos, sus 11 nietos y 19 bisnietos, algunos de los cuales entran y salen de la casa repartiendo besos al abuelo, quien no se cansa de decir que es el amor lo que le ha dado tanta vida.


FIESTA PROVINCIAL DE LA VENDIMIA EN VILLA REGINA - HISTORIA.

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FIESTA PROVINCIAL DE LA VENDIMIA EN VILLA REGINA - HISTORIA.
El 1º de agosto de 1972 para que la mencionada celebración fuese oficializada desde el momento en que se vio reflejada en el boletín oficial de la provincia de Río negro por Resolución Nº 500, visto el Decreto Nº 173/72, y considerando que el Círculo Italiano de Villa Regina solicita se designe a dicha localidad como sede de la "Fiesta Provincial de la Vendimia" a celebrarse en el mes de febrero de 1973;
Que dicha solicitud cuenta con el auspicio de la Intendencia Municipal de Villa Regina (Expediente Nº 2628.C.72);
Que han sido cumplimentados los requisitos establecidos en el Decreto 173/72 para el otorgamiento al evento de la denominación honorífica de "Fiesta o Acto de interés Turístico".
Que la Dirección General de Turismo de la Provincia se ha expedido aconsejando la Resolución favorable que establece el artículo 4º de dicho Decreto;
Por ello, el Secretario de Difusión y Turismo resuelve:
Artículo 1º - Declarar a la "I Fiesta Provincial de la Vendimia", comprendida en la denominación honorífica de "Fiesta o Acto de interés turístico".
Art. 2º- Establecer que la "I Fiesta Provincial de la Vendimia" se celebrará en la localidad de Villa regina en el mes de febrero de 1973.
Art. 3º - Establecer que la Intendencia Municipal de Villa Regina y el Círculo Italiano de Villa Regina serán responsables primarios de la programación, organización y ejecución de los actos celebratorios.
Art. 4º - Regístrese, comuníquese, tómese razón, dése al Boletín Oficial y archívese.
Si bien la 1° celebración se produjo en 1972, vale aclarar que la Primera Reina oficial de la Vendimia se dio en el año 1973 con la elección de Liliana Piccinini.
DIEGO LÓPEZ en la edición “VILLA REGINA AYER Y HOY” del año 1978 dice sobre la misma:
“La diversidad de actividades que se desarrollan en la región hace que distintos lugares, pueblos y ciudades de la misma sirvan anualmente de escenario para la realización de sus respectivos festivales los que por supuesto, en todos los casos, adquieren lúcidos contornos.
Para mencionar algunos solamente algunos  como ejemplo tenemos en General Roca la Fiesta Nacional de la Manzana; destacándose otras a nivel provincial como: la Fiesta del Yeso en Allen; la del Tomate en Lamarque; la del Folklore en Choele Choel, etc. Villa Regina tiene también el orgullo de ser sede permanente de la Fiesta Provincial de una de sus más representativas actividades: LA VENDIMIA. Fue gestora en la ciudad, Círculo Italiano que realizó por primera vez en el año 1972, para decidirse posteriormente que tal organización fuera resorte Municipal a través de una Comisión Municipal que en el año 1973 presidió el entonces Intendente de Villa Regina Escribano Francisco La Rosa y la Secretaría General a cargo del Señor Antonio Collodet.
Esa edición 1973 de la Fiesta Provincial de la Vendimia resultó, sin duda, un verdadero éxito por el brillo que alcanzaron todos sus actos y el espectáculo artístico brindado que atrajo una enorme concurrencia de todos los lugares de la zona.
Aunque por distintas razones los realizados en los años 1974-75 y 76 no hayan alcanzado el mismo nivel la Comisión Permanente de la Fiesta Provincial de la Vendimia con su trabajo del años anterior (1977) dejó expresado su propósito de la celebración vuelva a tener el nivel que Villa Regina merece confirmándolo en 1978.
De allí entonces que dicha Comisión que encabeza como Presidente Honorario el Señor Intendente Municipal no haya tenido pausas en el año a los efectos de preparar criteriosamente todo lo concerniente a la próxima edición 1979. Es importante consignar la aceptación por parte de las autoridades provinciales de la nueva fecha gestionada para la realización de la Fiesta; a partir de la próxima edición esta se realizará el Domingo 11 de Febrero.
Esta es la integración de la Comisión Permanente de la FIESTA PROVINCIAL DE LA VENDIMIA: PRESIDENTE HONORARIO: Pref. Pcpal. (RE) Jorge F. Fernández Duberti
PRESIDENTE:  Miguel Quijano, VICEPRESIDENTE: Gino Marzolla, SECRETARIO: Héctor R. Retamoso, PROSECRETARIO: Víctor Monopoli, TESORERO: Rodolfo Borsetta, PROTESORERO: Irma de Agnelli, VOCALES: Zeno Milanesi, Enio Prislei, Mario Martini, Rissiero Marzialetti, Elena Rotter, Roberto Bravo SECRETARIA GENERAL: Dora Bruno, COORDINADOR GENERAL: Cono Randazzo.”

MARIO JOSÉ FRANCO.

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Mario Franco.

Mario José Franco nació en General Alvear, Provincia de Mendoza, el 29 de marzo de 1923. Su familia se radicó en Villa Regina el 7 de agosto de 1937. Hijo de Jose F. Franco y Rosa Pesce, inició a temprana edad su militancia política, mientras cursaba sus estudios secundarios. Por esa época preside la organización Unión Nacionalista Patagónica e incursiona en el campo del periodismo político como corresponsal del periódico “Alto Valle” de General Roca, que dirigía Antonio Vidal Oliver. En 1945 forma una sociedad con su amigo Alberto Benedetti y pone en funcionamiento un aserradero en Chelforó, en la estancia “La Margarita”. En ese tiempo crea el periódico “Adelante” bajo el lema sanmartiniano serás lo que debas ser o no serás nada que la dictadura de la Revolución Libertadora clausurará tras la caída de Juan Domingo Perón. Don Mario Franco fue concejal de Villa Regina hasta 1955, encargado de la Dirección de Envases Textiles de Río Negro hasta 1953, vicepresidente de la Juventud de la Acción Católica y director, en los tiempos de clandestinidad del peronismo, del periódico “Lealtad”, rápidamente clausurado por el gobierno militar de ese entonces. En su reemplazo editó “Huella” y después “El Justicialista”. Durante la organización de la Resistencia Peronista es designado jefe de la agrupación en una reunión celebrada en General Roca, en la propiedad de José Rodríguez. En disconformidad con la conducción nacional del peronismo, y ante la posibilidad de proscripción de su partido, crea tres agrupaciones políticas dentro del Movimiento Justicialista: el Partido Justicialista (primero en tener esa denominación en el país) presidido por él, el partido Unión Popular presidido por su amigo José Rodríguez y el partido Blanco presidido por Arturo Legaz. Convocadas las elecciones, el Movimiento presenta sus candidaturas a través del partido Blanco. Franco no acepta la nominación a gobernador y se elige en su reemplazo al escribano Arturo Llanos quien triunfó en los comicios aunque no pudo asumir la primera magistratura provincial porque las elecciones fueron anuladas en todo el país. En 1973 el Partido Justicialista de Río Negro se incorpora al orden nacional y Mario Franco es nominado como candidato a gobernador, cargo al que accede en las elecciones del 11 de marzo de 1973 por el 52% de los votos. En 1976, tras el golpe militar, Franco es detenido en Villa Regina y trasladado a la cárcel de Viedma, en donde estuvo detenido durante un año. Luego, a raíz de una intervención quirúrgica, es trasladado al Hospital Zatti en donde pasó dos años más de cautiverio. Varios intentos de asesinato casi terminan con su vida. En la década del 60 le dispararon un tiro desde un auto en la ruta 22 frente al Barrio Don Bosco de Villa Regina. En 1973 le aflojan las tuercas de las ruedas de su auto oficial y luego de varios tumbos, en Playa Bonita de San Carlos de Bariloche, logra salvar milagrosamente su vida junto a su esposa y a su chofer. A fines de 1976, mientras estaba preso en la Unidad Penal de Viedma, llega al aeropuerto local un avión de la marina. La rápida acción de un médico local, de sus abogados y de su esposa logran salvarlo de un probable “vuelo de la muerte”, como hace apenas unos años el mismísimo General Harguindeguy debió reconocer cuando Franco lo interpeló por ese hecho en un encuentro casual que tuvo con el dictador en las termas de Copahue.
Electo bajo el voto popular, le concedió a la ciudad de Viedma su definitiva condición de capital de la provincia.
Durante su periodo de gobierno (1973- 1976), fue quien desarrolló un Plan de Salud que fue ejemplo nacional (declarado asi en su momento por René Favaloro).Impulsó el desarrollo de hospitales, promovió la inmigración de profesionales en esa especialidad. Gestiono también intensamente la realización y puesta en marcha del IDEVI (Instituto del Valle Inferior) posibilitando el desarrollo de los fondos con la tecnificación de la época.

Fue destituido tras el golpe de estado ocurrido en Argentina el 24 de marzo de 1976.
 
Vida personal
Casado con Lidia Ausejo.
 
 Referencias
[1][2]
  1. Guillermo Pirri (VIERNES, 24 DE AGOSTO DE 2012). «EL SISTEMA DE SALUD DURANTE EL GOBIERNO DE MARIO JOSÉ FRANCO (1973-1976).» (en español). Consultado el 7 de noviembre de 2012.
  2. Mario José Franco (LUNES, 1 DE NOVIEMBRE DE 2010). «Identidad y Cultura» (en español). Mis Reflexiones. Consultado el 7 de noviembre de 2012. «Nota con Guillermo Pirri».
Fuente de información:
http://es.wikipedia.org/wiki/Mario_Franco

ARCHIVO DE FOTOS ¡BIEN DE REGINA!


MARIO FRANCO EN SU DESPACHO DE GOBERNADOR
CON  OMAR "POCHO" LEHNER MINISTRO DE LA GESTIÓN
DE RÍO NEGRO. 

AQUELLAS OTRAS FIESTAS DE LA VENDIMIA...

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LAS SIGUIENTES FOTOS DEL RECUERDO PERTENECEN AL ARCHIVO DEL DIARIO REGIONAL "RÍO NEGRO" Y FUERON PUBLICADAS EN EL SUPLEMENTO ESPECIAL DE LA 35° FIESTA DE LA VENDIMIA, 7 DE MARZO DE 2013. LOS COMENTARIOS PERTENECEN AL DIARIO "RÍO NEGRO".

Antes de provincial y reginense el festejo tuvo otros escenarios.
Entre instituciones y comunas se disputaban la carroza más lograda.
Ya instalada en Regina, la fiesta cobró trascendencia regional.

La carroza reginense, en el desfile del festejo vendimial de 1978 obtuvo el segundo lugar en el concurso respectivo, una de las actividades que más interés despertaban entre la instituciones y establecimientos productivos.
Antes que la Vendimia se transformase en patrimonio de los reginenses, había festejos en Roca. En 1966, tras un gran baile efectuado en el club del Progreso, Nelsa Bertea, representante de Pecini e Hijos, fue elegida reina.
Desfiles eran los de antes. Las carrozas alegóricas siempre fueron uno de los puntos centrales de los festejos dedicados a la producción en el Alto Valle. Esta, perteneciente al "grupo del quincho" de Roca compitió en la edición 1974 de la Vendimia. La confección solía llevar meses de trabajo.
Por primera vez una barilochense, Lía Adriana Gónzález, de 17 años, representaba oficialmente a su ciudad en la elección de la reina vendimial en los festejos de 1979. Su vestimenta, un enterizo y botas de "aprés ski" muy a la moda concordaban con su afición por la práctica del deporte blanco
 
Consolidación. Ya instalada la fiesta provincial en Villa Regina, la celebración fue cobrando rápidamente convocatoria regional. En la V edición, en marzo de 1979, los stands habilitados en "el patio de la Vendimia" eran visitados por una multitud de vecinos, lo mismo que los quioscos de las escuelas que funcionaban en sus adyacencias.

 
Un escenario distinto. En la Fiesta 1978, realizada del 30 de marzo al 2 de abril, la elección de la reina se efectuó en las instalaciones del circo Satany que estaba instalado en Regina, por las bajas temperaturas que se registraban. Silvia Laura Zanini, representante local, fue la soberana.

 
Yolanda Longinotti, representante de Chichinales, a bordo de un auto antiguo desfila ante las autoridades y el jurado del concurso de carrozas durante la Fiesta reginense en 1978. Luego fue electa como segunda princesa.
Ya consagrada "la perla del valle" como sede definitiva de la Fiesta Provincial de la Vendimia, Villa Regina exhibe su carroza en el desfile de la III edición, en 1977. El cuidado trabajo artístico de la formación, que ganó el primer premio, había sido presentado con anterioridad durante la Fiesta Nacional de la Manzana efectuada en General Roca.

LA VENDIMIA Y SUS REINAS.

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Hasta la actualidad la producción vitivinícola como así la elaboración de vinos y espumantes llevó a momentos de crisis donde "no había nada que festejar"; algunas veces los motivos eran  la crisis que atravesaba el sector y otras por razones políticas.
En el 2013 se cumplirían 41 años de la Fiesta Provincial de la Vendimia.
La celebración del 2013 es la número 35°.
No se desarrolló la misma durante los años 1975, 1976, 1981, 1982, 1993, 1994 y 1995.

LAS DUEÑAS DEL CETRO DE LA VENDIMIA DESDE 1973 HASTA EL 2012.

Si bien la primera celebración se produjo en 1972, vale aclarar que la primera reina oficial de la Vendimia se dio en 1973 con la elección de Liliana  Piccinini. Desde entonces la reina fue la imagen simbólica que a través de la belleza testimonió a nivel regional, provincial y nacional la perduración del potencial en la zona.
Después de Piccinini, algunas algunas de las que vinieron fueron: la segunda reina, María Vilma Piermarocchi (1974); la tercera, Susana Heier (1977); cuarta, Silvia Zanini (1978); quinta, Miriam Robino (1979); sexta, Mirta Sánchez (1980); octava, Vilma Villaroel (1984); novena, Alejandra Buzzai (1985); décima, Andrea Loredana Fattori (1986); undécima, Adriana Saissac (1987); duodécima, María José Servera (1988); décima tercera, Celia Tamara Cabello (1989); décima cuarta, Graciela Dalsasso (1990); décima quinta, Claudia Galera (1991); décima sexta, Karina Cano (1992); décima séptima, María Belén José (1993); décima novena, Gabriela de Grossi (1996); vigésima primera, Evelyn Gosende (1999); vigésima segunda, Natalia Saggina (2000); vigésima cuarta, Marianela García Pérez (2002); vigésima quinta, Florencia Torres Castaños (2003); vigésima sexta, Marisel Rivero (2004); vigésima séptima, Andrea Cornejo Scheffel (2005); vigésima octava, Karen Calderón Bayer (2006); vigésima novena, Mariana De Monte (2007); trigésima, Melody Saavedra (2008); trigésima primera, Sofía Canali (2009); trigésima segunda, Adriana Moschini (2010); y Luciana García Chafrat como trigésima tercera (2011) y Daiana Serpa la trigésima cuarta y última soberana (2012).

LA PRIMERA EN VILLA REGINA.
De manera oficial y en 1973 la actual Procuradora General de Río Negro, Liliana Piccinini fue la primera soberana de la Vendimia en "La Perla del Valle".

MISS UVITA POR 3 EDICIONES.
En 2007 fue la novedad la elección de Miss Uvita por parte de la comisión organizadora, niñas cuyas edades oscilaban los 5 años y que era otra de las atracciones que sumaba la Fiesta. Si bien la elección se repitió al año siguiente ya por ese entonces comenzaron a surgir críticas por parte de un sector de la comunidad reginense quienes cuestionaron la exposición que tenían las chiquitas y como ello podía afectar en su normal crecimiento en quienes no resultaran elegidas.
Así fue que se decidió realizar dicha elección por última vez en el 2009 pero con una modificación.
La misma consistía en la proclamación debía darse por sorteo entre las participantes, ente escribano público, y no por el voto de un jurado.
finalmente el descontento siguió y fue así que se decidió concluir con este tipo de elección que tenía como protagonistas a las más chiquitas.

LA PRIMERA EN VISITAR MENDOZA.
Según comentó a "La Comuna" desde la Comisión Permanente de la Fiesta Permanente de la Vendimia, Andrea Loredana Fattori (reina en la décima edición de 1986) fue la primera soberana en ser invitada al escenario mayor de la Fiesta Nacional de la Vendimia "Creo que también fue la única", agregó Ketty Lastra.
 
Publicado en el Suplemento 35° Fiesta Provincial de la Vendimia del Periódico "La Comuna de Villa Regina", marzo 2013, Edición Nro. 483, página 10.
 
 
Nota ¡BIEN DE REGINA!:
Dice la publicación "Nuestro Tiempo", enero 1996 en una nota sobre el "Anfiteatro".
"Cuando corría el mes de febrero de 1973 concurrieron invitados a la Fiesta Nacional de la Vendimia que se celebra en Mendoza con la primera Reina Provincial.
Al concurrir al acto central y observar la magnitud del anfiteatro Romero Day, al pie del Cerro de la Gloria con más de 30.000 personas asistiendo por dos noches consecutivas a los actos y espectáculos de la Fiesta" de allí nació la idea del "Anfiteatro"...

En realidad es un teatro griego que denominamos por costumbre Anfiteatro.
 




FIESTA PROVINCIAL DE LA VENDIMIA.

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Se transcribe  artículos publicados por el Periódico "La Comuna de Villa Regina"- Suplemento 35° Fiesta Provincial de la Vendimia.
 
DISTINTOS MOMENTOS Y DISTINTOS ORGANIZADORES.
El espíritu de festejar siempre estuvo aunque el esfuerzo y el costo económico que significaba la organización de cada celebración hicieron que en la continuidad y en el éxito de cada edición de la Fiesta muchas hayan sido las personas y los grupos de trabajo que participaron a lo largo de estos 35 festejos vendimiales.
La primera institución que estuvo a cargo de la organización fue el Círculo Italiano en 1972.
Luego esa responsabilidad recayó en la esfera municipal y así se decidió la creación de una Comisión Permanente de festejos que desde mediados de la década del ´70 y hasta comienzos de los ´90 se hizo cargo del mismo. Si bien hubo un par de años durante esa década que la Fiesta debió suspenderse, la misma volvió por ese entonces a ser soporte municipal.
Ya a comienzos del nuevo siglo había poco ánimo de celebrar por parte del gobierno radical (intendente Daniel Miocevic), principalmente, debido a la crisis económica-política-social del 2001 a nivel nacional, razón por la que peligraba la edición vendimial del 2002 y junto a ello reflotaba el rumor de siempre, es decir, que la Fiesta podría trasladarse a otro punto de la provincia.
Sin embargo, fue el grupo Giaryné el que tomó la posta desde ese año (2002) para darle continuidad hasta el 2008. Precisamente ese año el festejo se realizó conjuntamente con el municipio que ahora tenía como intendente a Luis Albrieu.
Ya en el 2009 y hasta la actualidad la comuna se abocó de lleno a la organización que, entre otros cambios, se extendió de 2 y 3 noches de celebración a cuatro y el cambio de escenario. Así, en el 2010 se pasó del anfiteatro municipal Cono Randazzo a un escenario mayor y modernas dimensiones que se emplaza en el sector de estacionamiento del anfiteatro ubicado al pie de la barda.
 
DESDE LA COMISIÓN PERMANENTE: "SIEMPRE FUE UNA FIESTA MUY POPULAR".
Por más de diez años y con distintos presidentes e integrantes la Comisión Permanente de la Fiesta de la Vendimia fue la encargada de realizar el festejo del que participaban todas las entidades intermedias de la ciudad "por que siempre fue una fiesta muy popular, era la fiesta del pueblo que luego se extendió a la provincia", señaló a "La Comuna" Ketty de Lastra quien también integró ese grupo durante varios años.
Además de sentir orgullo y felicidad por haber formado parte de la organización vendimial en reiteradas ediciones, Ketty recordó que su trabajo comenzó en 1983, "Por muchos años fue Miguel Quijano (padre) el presidente de la Comisión que era conformada por alrededor de veinte personas que trabajábamos incansablemente y de manera pareja por muchos años. Pero llegó en que empezamos a ser cada vez menos y a eso se contrapuso que la Fiesta con el transcurrir de los años fue creciendo. Un poco de desgaste, a veces el malestar que generaban las críticas de parte de quienes después no hacían nada, los artistas que cada vez eran más caros, las entradas que no podían ser onerosas por tratarse de una fiesta popular y, sobre todo, el cansancio creo que marcó el final de la Comisión", comentó la mujer.
En cuanto a algunos momentos de fiesta de aquellos años, principalmente en los ´80, Ketty resaltó la identificación y la consolidación de la Fiesta en torno a la vinicultura, los desfiles que recorrían las avenidas Rivadavia y 9 de Julio, las escenografías que se armaban en el anfiteatro y la colocación de distintos puestos sobre las mencionadas avenidas "no solo de artesanos ya que también había gente que no comercializaba artesanías pero que eran importante para financiar la Fiesta, indicó.
La ex integrante de la Comisión Permanente reconoció que fue un esfuerzo muy grande de organizar cada edición, pero en igual medida es la congratulación que sintieron y hoy sienten al saber que fueron parte importante de la historia de este tradicional festejo que hoy supera la barrera de lo local.

 
 

VILLA DE REGINA DE LA PRIMERA COMSIÓN DE FOMENTO. HISTORIA.

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Foto Gentileza: Suplemento Aniversario de Villa Regina del Periódico "La Comuna de Villa Regina".
 
 
Se transcribe información publicada en el libro "VILLA REGINA, AYER Y HOY" de Diego López (1978).

NUESTRO PRIMER ESLABÓN.
La historia del Municipalismo de VILLA REGINA que es como decir, la historia de su organización comunitaria y de su vida democrática, se inicia con la designación y constitución de la PRIMERA COMISIÓN DE FOMENTO, acontecimiento ocurrido el día 18 de enero de 1930. El acta celebrada en tal fecha y los términos que encierra, es definitoria del espíritu que animaba a los primeros pobladores y dice así:
"ACTA Nº 14: EN COLONIA REGINA PACINI DE ALVEAR, A LOS DIECIOCHO DÍAS DEL MES DE EN ENERO DE MIL NOVECIENTOS TREINTA, REUNIDOS, LOS SEÑORES PRESENTES, CUYOS NOMBRES Y FIRMAS VAN AL PIE DE ESTE ACTA, COMPONENTES POR DESIGNACIÓN DE SU EXCELENCIA SEÑOR GOBERNADOR DE ESTE TERRITORIO DE RÍO NEGRO PARA FORMAR LA COMISIÓN DE FOMENTO DE ESTA COLONIA, RESUELVEN POR UNAMINIDAD DESIGNAR LOS CARGOS QUE A CONTINUACIÓN SE DETALLAN PARA CUMPLIR PATRIÓTICA Y DESINTERESADAMENTE LOS DEBERES QUE LA LEY IMPONE, PARA LLEVAR FIELMENTE A FÉLIZ ÉXITO, LAS FUNCIONES QUE HAN SIDO CONFERIDAS, RESULTANDO DESIGNADOS:
PRESIDENTE: Don ITALO RAFAELLI
VICE  "           : Ing. Mario BICCHI
SECRETARIO: Don Jaime FRÜM
TESORERO: Don Alfonso FIORDELLI
VOCAL: Don José BORSANI
DE CONFORMIDAD CON LO ESTABLECIDO EN EL ES ARTÍCULO 12º DEL REGLAMENTO SOBRE CONSTITUCIÓN DE COMISIONES DE FOMENTO, SE RESUELVE FACULTAR AL PRESIDENTE PARA ADQUIRIR LOS LIBROS REGLAMENTARIOS Y REMITIRLOS AL SEÑOR GOBERNADOR A EFECTOS DE SU CERTIFICACIÓN Y SELLADO DE LAS FOJAS. CON ESTE ACTA QUEDA CONSTITUÍDA ESTA COMISIÓN DE FOMENTO DE LO QUE INFORMA AL SEÑOR GOBERNADOR PARA SU APROBACIÓN. NO HABIENDO MÁS ASUNTOS QUE TRATAR, SE LEVANTA LA SESIÓN, SIENDO LAS 14 HORAS. FIRMADO: ITALO RAFAELLI (Presidente) MARIO BICCHI (Vicepresidente) JAIME FRÜM (Secretario) ALFONSO FIORDELLI (Tesorero) Y JOSÉ BORSANI (Vocal).

MUNICIPALIDAD - 47 AÑOS DE GOBIERNO MUNICIPAL.
El progreso de una comunidad, marcha acorde con la conducción más o menos eficiente que ejerza la autoridad Municipal en sus distintos aspectos. Desde el año 1930 en que fuera creada la primera Comisión de Fomento hasta la fecha. Villa Regina ha estado apuntalada por la gestión de Gobiernos Municipales que dentro de sus posibilidades han querido lograr para La Perla del Valle, todo aquello que la hiciera grande e importante como merece. Obligación es entonces, para un futuro curioso de hurgar en el pasado, dejar constancia en VILLA REGINA HOY, de quienes en su momento tuvieron la enorme responsabilidad de empuñar el timón para conducir su marcha, como compensación, aunque en escasa medida, al esfuerzo no siempre reconocido.
ASÍ ALTERNARON EN LOS 47 DE VIDA MUNICIPAL:
1931: HÉCTOR F. CORNEJO - CARLOS A. DE LA SILVA e ITALO RAFAELLI.
1933: EMILIO BIGNAMI
1941: ING. CARLOS GUTIÉRREZ
1943: ING. JORGE A. BONORINO
1945: MARIO CASTELNUEVO y FRACISCO PIETRINI
1950: TOMÁS IGUACEL - Comisionado - Creación de la Municipalidad.
1952: SANTIAGO RUSELL - Primer Concejo Electivo
1955: DR. SEBASTIAN CERDÁ
1958: MANUEL CRAVCHICK
1960: JUAN FILIPUZZI y ANTONIO BEROLA
1962: ENRIQUE ARNALDO BÁEZ
1963: ING. EDUARDO GÓNZALEZ JEZZI
1972: ING. JOSÉ IOGNA (25-4-73 al 25-5-73) ALDO L. SIROTICH
1973: ESC. FRANCISCO LA ROSA
1976: CAPITAN HUGO ALVARO FREYTAG (24-3 al 30-6)
1976: PREFECTO PRINCIPAL (RE) JORGE FCO. FERNÁNDEZ DUBERTI
Actual Intendente (desde el 1-7)
 
Nota ¡BIEN DE REGINA!:
23 de noviembre de 1983. Es electo Presidente del Concejo Municipal, don Eduardo Chiuchiarelli (U.C.R.) Concejales Ing. Eduardo A. González Jezzi, Roberto Mercante, Juan Lanaro, Dr. Héctor Menzel, Alejandro Fiordelli, Antonio Vazzana, Mario Juárez, Roberto Bravo, Domingo Vallejo, Escribana Alba Moreyra. Secretrio: Delfín Dacio Pérez.

Fuente de información: "HISTORIA DE VILLA REGINA Y SUS MEMORIAS" de Franco González.

LA PRIMERA CONVENCIÓN CONSTITUYENTE DE VILLA REGINA.

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La Ciudad de Villa Regina es uno de los 28 municipios rionegrinos que cuenta con Carta Orgánica.
En los comienzos de la democracia había sido electo Presidente el Dr. Raúl Alfonsín; en la provincia de Río Negro estaba a cargo del ex Gobernador, Osvaldo Álvarez Guerrero.
En 1987 el presidente del Concejo Municipal reginense (en ese momento no existía la división de poderes como es en la actualidad Intendente-Concejo Deliberante) era el Ing. Héctor Guido   desde el 12 de diciembre de 1985;eran concejales Luis Arias, Héctor Benito, Antonio Collodet, Mario Juárez, Pedro Langa, Otilio Lasso, Blanca Pasamonti, Sesto Tassile, Alicia Vergotini y Martín Idiart. El Secretario fue Delfín Dacio Pérez.
Los municipios hasta ese momento se regían por la Ley Provincial de Municipios N° 916.
 
El 15 de mayo de 1987 fue la fecha en que la Convención Constituyente Municipal de Villa Regina hizo conocer la Declaración referida a la Proclamación de la Carta Orgánica Municipal reginense.
La misma estableció su gobierno, bajo el sistema REPRESENTATIVO, REPÚBLICANO, SOLIDARIO Y DEMOCRÁTICO, de acuerdo a los principios, declaraciones y garantías de la Constitución de la Nación Argentina y de la provincia de Río Negro.
Esta Convención Constituyente Municipal estuvo presidida por Gastón Marcó (UCR); como vice presidente primero Rubén Tempone (UCR); vice presidente segundo: Carlos Nicasio Peralta (FREJULI); y como Secretaria: Sandra Benito (UCR).
Integraron los bloques partidarios:
Unión Cívica Radical: Luis Arias, Sandra Benito, Néstor Cardin, Aniceto Díaz (Presidente de Bloque), Francisco Galletta Luisa Leonard (hasta el 20-10-1986), Hernán Mones, Gastón Marcó; Jorge Sigalini (desde el 31-10-1986) y Rubén Tempone.
Frente Justicialista de Liberación: Amado Amar (desde el 19-12-1986 hasta el 2-4-1987), Eduardo Cailly (hasta el 13-11-1986), Néstor Cervera (desde el 11-3-1987), Rubén Crespo (hasta el 5-12-1986), Jorge Franco (hasta el 3 -12-1986) y Carlos Nicasio Peralta (Presidente de Bloque)
Democracia Cristiana: Juan Carlos Giménez (Presidente de Bloque), Alba Moreyra (desde el 24-10-1986) y Ezio Perazzoli (renunció el 30-8-1986).
Personal de la Convención Constituyente Municipal: Secretaria Administrativa Mirian Barbisan.
Se conformaron las siguientes comisiones de trabajo: Reglamento Interno, Redactora, Gobierno, Régimen Económico Financiero y Asuntos Sociales.
A partir de la sanción de la Carta Orgánica Municipal  empieza a regir en nuestra Ciudad un sistema de gobierno tripartito similar al de la provincia de Río Negro y Nación Argentina. Con tres poderes: Intendente Municipal (Ejecutivo), Concejo Deliberante (Legislativo) y Tribunal de Cuentas (de Control).
El 12 de diciembre de 1987 asume el Primer Intendente electo en Villa Regina Alfredo Innamorati por el Frejupo y es designado como Presidente del Concejo Deliberante, el Escribano Francisco La Rosa.
Integraron ese cuerpo la Escribana Alba Moreyra, Domingo Vallejo, Adhelma Méndez, Víctor Frullani, Daniel Miocevic, Héctor Benito, Alfredo Podlesch, Alfredo Spurio y Víctor Romero.
Al haberse producido la división de poderes de acuerdo a la Carta Orgánica sancionada el 15 de mayo de 1987 y como consecuencia se elige "Un Intendente Municipal y 10 Concejales", debiendo reemplazarse el 50% de los integrantes, quienes por única vez durarán dos años en sus mandatos, de acuerdo al sorteo efectuado quienes resignaron sus cargos a los dos años fueron los Concejales Francisco La Rosa, Alba Moreyra, Alfredo Podlesch, Víctor Romero y Héctor Benito.

Fuentes de información:
"Suplemento 88° Aniversario de Villa Regina" del Periódico "La Comuna de Villa Regina", miércoles 7 de noviembre de 2012.
"Historia de Villa Regina y sus memorias" de Franco González.


POSTALES DE UN TIEMPO IDO... LOS COMIENZOS...

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El Sr. Diego López, allá por el año 1978 en su libro "VILLA REGINA, AYER Y HOY" decía sobre la Regina de entonces.
"Una realidad que tiene 54 años de historia o tal vez seríamos más justos en decir que son 55, si tomamos en cuenta que 13 de julio de 1923, el Ingeniero Felipe Bonoli, comenzaba su primer capítulo, adquiriendo a la Sucesión Zorrilla 5000 hectáreas de tierra, como gestor oficioso de la Cía. Ítalo Argentina Colonizadora del Río Negro y transfiriendo posteriormente el correspondiente boleta la Banco Francés e Italiano para América del Sur. El 11 de Julio de 1924 la Compañía Ítalo Argentina de Colonización se constituye como empresa colonizadora fijando su domicilio en Capital Federal y el 9 de octubre del mismo año el primer presidente de la C.I.A.C. y fundador de la Colonia Regina expone en el local de la Cámara de Comercio Italiana, las directivas, esperanzas y programas de la Sociedad, respecto de estas tierras del sur, combatidas por el viento y el desierto".
 
(fragmento).

Fragmento del  valioso trabajo de investigación histórica “del primer capítulo” de lo que es hoy nuestra Ciudad Villa Regina  del escritor y periodista italiano Pantaleone Sergi “Un modelo fascista de emigración italiana en Argentina. Así nació Villa Regina, en Alto Valle de Río Negro”.
"La CIAC comenzó a operar mucho antes de constituirse oficialmente y obtener el reconocimiento del gobierno argentino, abriendo su sede en la calle Cangallo 500. El terreno identificado fue sometido a rigurosas investigaciones para verificar si realmente ofrecía excepcionales condiciones para los colonos. Los representantes de los bancos, las autoridades y los técnicos querían constatar personalmente la situación, participando en una serie de visitas. El diario «La Razón», dando cuenta de la «inspección» y solicitando a las autoridades nacionales facilitar, por cualquier medio, la feliz realización de la empresa, destacó que «el proyecto de este género de colonización, en el que interviene por primera vez la banca italiana, se considera un gran progreso para esa zona y para el país»
El 31 de marzo de 1924, Bonoli, gracias a las relaciones con el Director General Giuseppe Zuccoli que, estando en Buenos Aires, fue interesado en la iniciativa por el Ministro de Italia, trasladó la escritura de compra-venta firmada con los herederos de Zorrilla al Banco Francés e Italiano para la America del Sud (Banque Française & Italienne pour l’Amérique du Sud), que asumió la misión de apoyar la formación de la Compañía, encaminando las actividades preliminares. Y ya el 27 de mayo, Emilio Bignami, brazo derecho de Bonoli y primer inspector de la CIAC".

LA HISTORIA DE LOS VINOS Y LAS BODEGAS DEL ALTO VALLE ESTE.

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¡BIEN DE REGINA! acerca a los lectores la historia y el presente de BODEGA VECCHI, FAVRETTO, FAMILIA PIRRI Y FAMILIA MOSCHINI que mucho tienen que ver con la creación de riqueza y el trabajo en el Alto Valle de Río Negro.

 BODEGA VECCHI

Una empresa valletana  precursora en la elaboración de vinos.
Surgió en los orígenes de nuestra ciudad. 84 años de producción. Nuevos desafíos en el siglo XXI.


Hablar sobre la bodega Vecchi es hacer referencia a una de las primeras empresas familiares que surgió en Villa Regina. Es referirnos a un proyecto productivo que creció junto con la ciudad. Es dar cuenta de 84 años de trabajo, esfuerzo y experiencia en la elaboración de vinos artesanales.
Su fundador Francisco Mariano Vecchi llego a la Argentina en 1910. Durante quince años recorrió diferentes puntos del país hasta que se radico en Villa Regina. Fue uno de los primeros pobladores de la ciudad y también uno de los pioneros en la actividad bodeguera en la zona. Junto a su mujer no tardó mucho tiempo en poner en marcha el proyecto de creación de su bodega. La misma comenzó a funcionar en 1929. El objetivo planteado para los primeros años de la producción estuvo fijado en el  crecimiento, porque la zona comenzaba a ser colonizada, había mucha producción de alfalfa y vides. Con el paso del tiempo se fue incrementando la cantidad de bodegas tanto en Regina como en el resto del Valle. En ese entonces Río Negro llegó a ser la tercera provincia productora de vinos en el país. 
Años más tarde la bodega Vecchi estuvo dirigida por Renato, hijo del fundador, quien había cursado estudios de enología en Mendoza. En su regreso a Villa Regina trabajo en otras bodegas y luego se hizo cargo de la empresa familiar, mientras brindaba asesoramiento a otros productores de vino de la zona. Hoy son los hijos de Renato, Mariano y Roberto, quienes continúan con este emprendimiento que goza de  reconocimiento, en un amplio territorio que comprende las localidades del Alto Valle Este, la zona sur rionegrina, el sur pampeano y la provincia de Neuquén.
Para los hermanos Vecchi el hecho de que la bodega este próxima a cumplir sus 84 años de producción ininterrumpida es un dato llamativo, teniendo en cuenta que hace más de cuatro décadas atrás existían cerca 300 bodegas en la provincia. Villa Regina tenía un total de 16 bodegas, de las cuales sólo tres siguen en funcionamiento actualmente.

Aunque la historia de esta bodega está ligada a la elaboración de vinos de mesa, en los últimos años se inició un proceso de producción de vinos varietales. La tarea se inició con la reconversión de los viñedos que actualmente se encuentran en plena producción. Ya llevan más de diez años en este camino ofreciendo al mercado interno sus vinos Malbec, Merlot y Sirah, todos ellos elaborados con la producción de su propias materia prima.
La necesidad de elaborar vinos de mayor calidad surgió a partir del decaimiento en las ventas de los vinos comunes, y el incremento en la demanda de vinos varietales.

Los desafíos que la empresa se plantea hacia un futuro inmediato son la incorporación de mayor tecnología en la producción de vinos varietales y posicionarse en el mercado para poder competir con otras marcas.



BODEGA FAVRETTO


 


Una pasión que hizo historia.
 
Medio siglo y tres generaciones desarrollando la vitivinicultura desde Villa Regina para la región. 
 

Pocas son las familias reginenses y de la zona que no han compartido alguna vez en sus mesas un vino de la bodega Favretto. Una empresa emplazada en nuestra ciudad que cuenta con más de 65 años de experiencia en la elaboración de vinos.
Su fundador Ferruccio Favretto llegó a nuestro país en 1927. Con 19 años había dejado del otro lado del Océano Atlántico su ciudad natal  Pagnano D’Asolo perteneciente a la provincia de Treviso, en la región “Del Véneto” ubicada al noroeste de Italia.
 Se radicó en la zona del Alto Valle, en un momento en el que el paisaje estaba compuesto por grandes extensiones de desierto atravesados por fuertes vientos y sequías donde la vegetación escaseaba tanto o más que las personas que lo habitaban. Su primer trabajo estuvo ligado al trazado de los primeros canales que irrigarían la zona convirtiendo estas tierras, pocos años después, en un lugar óptimo para el cultivo y la producción frutícola. La cultura del trabajo y el esfuerzo era parte de la cosmovisión que aquel joven italiano tenía del mundo. Terminada su labor en la obra de ingeniería que le dio vida al Alto Valle se despeñó como lechero y finalmente como vitivinicultor.
En 1944 plantó los primeros barbechos. En aquella época era muy común que los colonos italianos hicieran su propio vino pero Ferruccio Favretto encontró en esa actividad una pasión; pasión que logro transmitir a tres generaciones de su familia. Para 1947 la producción de vino genérico fue creciendo; así fue como en 1948, comenzó a darle a su producto las condiciones adecuadas para la venta. 
Sus hijos Juan y Adelino, contagiados por la misma pasión de su padre, lograron hacer trascender la producción de la bodega al calor del incremento de las ventas. Con mucho esfuerzo impulsaron su desarrollo mejorando la infraestructura de la misma para lograr un incremento productivo en cantidad y calidad. A partir de ese momento la empresa fue reconocida de boca en boca por todo el valle como “La bodega de los hermanos Favretto” transformándose en un emprendimiento que ha logrado trascender a través del tiempo instalándose como marca registrada en el sentir popular.
En el siglo XXI los hermanos Favretto trazaron nuevos horizontes para la actividad que realizaron durante toda su vida. A partir del año 2002, comenzaron a envasar vinos en botellas de 750 c.c. En 2008, al cumplirse 60 años de vida de la bodega,  lanzaron su primer gran vino reserva, el FERRUCCIO FAVRETTO HOMENAJE MALBEC 2006, ¨un extraordinario malbec¨. En el año 2011 dieron a conocer su línea de varietales  jóvenes, compuesto por  Favretto Malbec 2011 y Favretto Merlot 2011.                                                                           
Quien se dedique a investigar profundamente sobre el origen y desarrollo que ha tenido esta empresa familiar en nuestra ciudad, quizás pueda contarnos si Ferruccio Favretto imaginaba, mientras recibía en la bodega a sus primeros clientes que el emprendimiento al que dedico todo su trabajo y esfuerzo alcanzaría los 70 años llevando vino a las mesas de todo el Valle de Río Negro.         




BODEGA PIRRI.

La relación existente entre tecnología y calidad.
 Una bodega líder en el mercado interno que referencia a la Patagonia.
Su producción es sinónimo de calidad.

Desde su gestación en 1962 la conocida Bodega PIRRI en el alto Valle Este de Río Negro se ha destacado como una empresa familiar donde se combinan la calidad, diversidad e innovación como premisas básicas para la producción de vinos y espumantes patagónicos que ofrece en diferentes puntos del país.En el año 1962 la familia PIRRI adquirió unas 50 hectáreas de un viejo viñedo que albergaba una pequeña bodega en la localidad de Ingeniero Huergo, a 14 kilómetros de Villa Regina. 
Allí se originó la elaboración de los clásicos y tradicionales vinos de la firma, Río Bravo, del Pedregal y Boliche.
La demanda de vinos de alta calidad que se generó en el mercado de consumo impulso a esta empresa familiar a la reconversión de sus viñedos y una modernización de su bodega. Sumado a esto el clima del Alto Valle del Rió Negro, que alterna noches muy frías y días de sol intenso contribuyen haciendo de estas tierras en el lugar ideal para el cultivo de los cepajes. La combinación de estos tres factores dieron como resultado la generación de vinos y espumantes de alta gama muy bien posicionados en el mercado a nivel nacional.En la actualidad la bodega comercializa marcas de vinos y espumantes tales como  “Viñas de Siracusa” (Línea Premium), “Cepas Rionegrinas”, “El lobo de Río Negro”, “Medianoche” y “Pirri 1931”. Todos ellos han deleitado el paladar de catadores de todo el país ganándose de esta manera el reconocimiento y recomendación al público amante del buen vino.La capacidad de la renovada bodega alcanza un total de 6.500.000 litros. Emplea la más moderna tecnología de proceso en molienda y descuajado, prensa neumática y una central de refrigeración de 300.000 frigorías para control de la vinificación. También cuenta con cuerpo de toneles y sala de barricas de roble Francés y americano apropiadas para crianza y guarda de la producción. Una sala de champagnización con batería de autoclaves y una moderna línea de embotellado para vinos espumantes (Método Charmat) que dan vida al espumante “Medianoche”, y otra para elaboración de espumantes por el método Tradicional de fermentación en botellas (Champenois) para la línea “Pirri 1931”. La filosofía y espíritu de liderazgo han transformado al la Bodega PIRRI en un referente y modelo de la Patagonia.
 
Imagen gentileza:
Bodega Pirri.


VINOS KM. 1120


Una alternativa que trajo satisfacciones
Un homenaje a la historia de nuestra zona.
Una historia que recién comienza a escribirse.

 
Km. 1.120 es la marca de uno de los vinos de producción artesanal más jóvenes de la región, producto de un emprendimiento que cumplirá cuatro años en la búsqueda de un espacio propio en el mercado de consumo interno. Fue lanzado a la venta en el año 2009 en Villa Regina e Ingeniero Huergo y en tiempo record ha logrado instalarse en distintas ciudades del Valle.                                                                                                          Como ocurrió con todas las bodegas que se han creado en la ciudad y provincia de Río Negro, el producto final de la marca Km. 1.120 tiene detrás la dedicación y el trabajo realizado por un emprendimiento familiar. En el año 2000 la  familia Moschini recuperó, como tantas otras familias de la zona, la costumbre de producir vinos de manera artesanal. Sus inicios estuvieron marcados por los avatares económicos que afectaron a los productores frutícolas. En busca de una nueva alternativa de producción paralela a la tradicional de peras y manzanas, plantaron un viñedo de 6 hectáreas en su chacra de Ingeniero Huergo. Las primeras cosechas de sus tres variedades de uvas fueron vendidas a las bodegas locales. En el 2009 la familia Moschini comenzó a elaborar vinos artesanales que al principio compartían solo entre vecinos y amigos. En poco tiempo el producto fue mejorando  y encontraron en su propia marca; km. 1.120 una nueva fuente de ingreso a partir de un producto artesanal que permite a los amantes del buen vino halagar  sus paladares disfrutando de un producto de calidad en el que sobresalen los colores rojos intensos y sabores frutales en sus tres variedades, malbec, sauvignon blanc y merlot.                                       

El nombre elegido para identificar su producción constituye un aporte a la memoria histórica. En la estación de ferrocarril de Ingeniero Huergo hay un cartel que indica el km 1.120. Esa era la distancia que debía recorrer el tren desde Buenos Aires hasta esa estación. Allí descendieron miles de inmigrantes, todos procedentes tierras lejanas. Por ello la marca Km. 1.120 es un homenaje de la familia Moschini a todos aquellos hombres y mujeres que aportaron su fuerza de trabajo para el desarrollo y  prosperidad estas tierras.
                                                                  
Los artífices de estos vinos sueñan con tener una pequeña bodega y poder abrir la chacra para poner en práctica actividades que contribuyan al circuito de turismo rural que tantos productores de la zona vienen realizando por cuenta propia.








Autor de las notas: Ricardo Harismendi.
Textos gentileza para la esta publicación:
Lic. Leonetti, Emilio, Secretaria de Producción y Turismo de la Municipalidad de Villa Regina.

Los mismos formaron parte la revista de la 35° Fiesta Provincial de la Vendimia que se realizó en nuestra Ciudad Villa Regina.

 


Los árboles de la plaza de los Próceres.

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Circuito Histórico Centro, Punto de encuentro Plaza de los Próceres.
Los árboles de la plaza de los Próceres.
El efecto más visible de ellos es la respuesta mas común que se recibe al preguntarse cual es la importancia de ellos: dar sombra en verano.
Los árboles fijan gran cantidad de dióxido de carbono y liberan oxigeno, fundamental en una ciudad como esta que es atravesada por una ruta nacional de gran transito, brinda protección contra los vientos, absorben eficazmente los ruidos y ofrecen un gran valor estético a la ciudad.
Por lo imprescindible que resultan los árboles y por el beneficio que nos ofrecen en todo el mundo, “toco madera” es sinónimo de invocar algún poder que nos proteja del mal.
Los presentes en la plaza de los próceres:
*Nombre científico: Cedros Deodara, vulgar “cedro”
Especie originaria del Himalaya, Afganistán y Belucistan.
Su nombre deriva del Sancristo devorada, árbol de los dioses, debido a la veneración de la que era objeto a causa de su majestuosidad e incorruptibilidad de su madera.
En el antiguo Egipto se usaba para la confección de sarcófagos de madera.
 
*nombre científico: Ginkgo Biloba, vulgar “Gingko”
Especie originaria de china. Se dice que esta especie esun “fósil viviente” ya que ha permanecido invariable mucho tiempo. Hasta hace poco se creía extinguida. Son necesarios treinta años para que el ejemplar alcance los 10m.
*nombre científico: Pinus Halepensis, vulgar “Pino
Es originario de Europa, se ha cultivado en el mediterráneo desde época inmemorial. como todos los pinos tiene hojascomo “agujas”(acículas) que pueden agruparse en ramilletes de dos o tres acículas. Se dice que el ejemplar de esta palaza procede del pino de San Lorenzo.
*nombre científico: Betula Pendula, vulgar: “Abedul”
Originario de Europa y Asia Menor
Su corteza lisa de color blanco plateado y las ramificaciones colgantes le confieren un aspecto elegante.
*nombre cientifico: familia Tiliácea, género Tilia, vulgar “Tilo”
Los tilos proceden de Norteamérica y Europa.
Muchas especies de tilos son fértiles entre si, otras muy longevas y se citan ejemplares de varios siglos de antigüedad.
*nombre científico: Eritrina Cristagalli, vulgar “Ceibo”
Originaria deArgentina, Uruguay y Brasil. En argentina es originaria de la región Mesopotámica, Formosa, Jujuy y Salta. Flor nacional de argentina y Uruguay. Su nombre científico hace alusión a la semejanza con la cresta del gallo de su flor, alcanza una altura máxima de 4 metros.
*nombre científico: Magnolia Grandiflora, vulgar “Magnolia”
Originaria del Sudeste de Estados Unidos. Sus flores perfumadas alcanzan una anchura de 25 cm. Por su belleza fue introducida en Europa en 1737 y posteriormente al resto del mundo.
*nombre cientifico: Morus Negra, vulgar Morera o Mora
Originaria de Asia Menor y Persia, su fruto se emplea para la elaboración de mermeladas, sus hojas no son adecuadas para la morera blanca.
*nombre científico Cedrus Atlántica, vulgar “Cedro”
Originaria de las regiones montañosas de Argelia y Marruecos.
En sus lugares de origen vegeta en terrenos calcáreos. Se adapta a condiciones aridas y resiste bastante bien a la contaminación.
*nombre cientifico: Pseudotsuga menziesii, vulgar “Abeto de Douglas”
Originaria del Este de Canadá y Norteamérica.
Es uno de los árboles más altos del mundo, puede alcanzar los 100 m de altura en condiciones óptimas.

En el plano delineado por la C.I.A.C en el año 1926 existióla planificación de una plaza en el casco urbano enfrentando en dos cuerpos a la estación ferroviariacon una calle ancha entre ambos.
Denominada desde 1930“Plaza San Martín”.
El 31 de agosto del mismo año por resolución de Comisión de Fomento se la denominó “6 de septiembre” (6-9- 1930 una resolución general de Uriburu depone al gobierno democrático de Irigoyen). En el año 1939 se inauguró el mástil en el centro de la calle que la dividía.
Con el paso del tiempo el trazado y los nombres fueron cambiando, pero el aspecto más visible de la plaza sin dudas son los árboles que brindan gran sombra, existen variedades originarias de China, Europa, Uruguay, y Norte América como es el caso de la magnolia.
Como los niños del pueblo carecían de un espacio de esparcimiento propio, la Comisión de Fomento se movilizó para obtener un espacio y destinarlo a juegos infantiles.
La gestión culminó con la donación del terreno frente a la estación por parte de Ferrocarril del Sud en el año 1943.
Fue así que el 11 de septiembre del mismo año se inauguró la primera plaza de juegos para niños de Villa Regina.
En el año 1947 se retorna a los nombres de “Plaza San Martín y Sarmiento”.
En 1970 se unificaron anulando la calle San Martín que la dividía y en 1972 se aprobó el nombre de plaza de los próceres.

Fuente de información: LA PERLA WEB.



ADIÓS A MARIO FRANCO, EX GOBERNADOR DE LA PROVINCIA.

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Se transcribe fragmento de lo publicado en el periódico "La Comuna de Villa Regina" (edición Nro.490), miércoles 24 de abril de 2013, página 5.





"Debemos de luchar, no por los beneficios personales sino por los del conjunto. Un pueblo progresa y se desarrolla cuando todos tienen un objetivo en común, aunque haya distintas ideas acerca de cómo llegar a ese punto". La frase de Mario Franco en una entrevista que le dio a "La Comuna" en el año 2008, con motivo del aniversario de la ciudad.
El ex gobernador de la provincia y uno de los referentes más antiguos del Partido Justicialista de Río Negro falleció en la madrugada del último sábado en su casa de Villa Regina, ciudad en la que se había radicado cuando tenía 14 años. Había llegado junto a su familia en la década del ´30 acompañando a su padre, un reconocido apicultor de fama nacional y cuando Colonia Regina Pacini de Alvear daba sus primeros pasos.
Desde aquí abrazó al peronismo, siendo uno de los fundadores del partido en la provincia. También incursionó en el periodismo como corresponsal del periódico "Alto Valle" de General Roca y luego en el periódico "Adelante" bajo el lema sanmartiniano "Serás lo que debas ser o no serás nada" que la dictadura de la Revolución Libertadora clausuró tras la caída de Juan Domingo Perón.
Fue concejal de Regina entre 1952 hasta el golpe de 1955.
En 1973 el Partido Justicialista de Río Negro se incorporó al orden nacional y Mario Franco fue nominado como candidato a gobernador, cargo al que accedió en las elecciones del 11 de marzo de 1973 por el 52 por ciento de los votos.
En la charla con este medio, manifestó que su "orgullo más grande fue el de haber sido electo gobernador por el partido justicialista y haber puesto en práctica un plan de gobierno revolucionario para la época".
Durante su gestión desarrolló un Plan de Salud que fue ejemplo nacional, impulsó el desarrollo de hospitales y promovió la inmigración de profesionales de esa especialidad.
Gestionó también intensamente la realización y puesta en marcha del IDEVI posibilitando el desarrollo de los fondos con la tecnificación de la época. Le concedió a la ciudad de Viedma su definitiva condición de capital de la provincia.
Fue destituido tras el golpe de estado del 24 de marzo de 1976.
Tenía palabras de agradecimiento con sus colaboradores que lo acompañaron en su frustrado mandato porque interpretaron su idea y priorizaron el objetivo por sobre cualquier apetencia personal. franco recordaba con tristeza los años posteriores al golpe, su encarcelamiento y la persecución de la que fue objeto.
Don Mario Franco vivió con intensa felicidad el triunfo de Carlos Soria en el 2011. El 10 de diciembre de ese año estuvo presente en el acto de asunción e ingresó junto a Soria a la Casa de Gobierno, lo que se convirtió en uno de los momentos de mayor carga simbólica de ese histórico día.
En ese momento había manifestado su optimismo respecto a la gestión que recién se iniciaba: "Yo confío, soy optimista, creo que en nombre del peronismo, del movimiento justicialista se hacer el mejor gobierno de todos los tiempos".
Falleció a las tres de la mañana del sábado en la casa que residía junto a su compañera de toda la vida, Lidia Esther Ausejo.
Don Mario fue despedido por su familia, sus amigos, dirigentes del justicialismo, referentes de otros partidos políticos que lo acompañaron acompañaron hasta el lugar donde descansará eternamente en su querida Regina, la ciudad donde nacieron sus hijos y la que eligió para siempre.

EL PRIMER ALMACEN - Autor Franco González.

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A fines del año 1924 (en el mes de diciembre) abrió sus puertas, el primer Almacén de Ramos Generales de la Colonia Regina de Alvear, instalado en la zona correspondiente a las tierras adquiridas por el Ingeniero Felipe Bonoli, después cedidas a la (C.I.A.C.) Compañía Italo Argentina de Colonización.

Fue el primer comercio de Ramos Generales y Acopio de Frutos del País, ubicado en la chacra 144 de la Colonia Regina.

Don Daniel González y Rivas, se instaló desde el comienzo mismo de la Colonia, cuando varias cuadrillas de obreros trazaban los canales principales y secundarios, para dar riego a la Colonización iniciada.

Los colonos reginenses, esos aguerridos inmigrantes la mayoría italianos, retiraban mercadería y la abonaban año a año, entregaban productos, fruto del esfuerzo de su trabajo, eran años de respeto, de honestidad comercial y de valerse, los unos con los otros, para poder subsistir, don Daniel decía: "…las cuentas deben arreglarse año a año, ustedes deben pasar las fiestas navideñas en paz y con las cuentas arregladas, compensaremos la entrega de la mercadería con los productos de sus chacras que hayan entregado…"

Posteriormente la C.I.A.C. abrió la Proveeduría de la Compañía, dando cumplimiento a las cláusulas contractuales ya que la Compañía debía proveer mercaderías, máquinas y animales, que era atendida por Bañu Ñeu, donde se esforzaban por tener la suficiente mercadería para proveer a sus colonos, pero en aquellos tiempos no se conseguía todo, entonces recurrían donde la encontraban, y después cuando levantaban la cosecha, arreglaban sus cuentas, decía don Daniel, los colonos tomaban "el trencito" y viajaban hasta la estación del ferrocarril, llamada "Río Negro" (después Padre Stefenelli) próxima a General Roca, y allí se hacían las grandes compras de mercaderías.

Don Daniel, nació en Ampuero (Santander) España, el 13 de noviembre de 1892, emigró muy joven, salió de Santander con destino a Veracruz (México), el 20 de abril de 1907 en el vapor correo Alfonso XIII con billete de pasaje de Emigrante Nº 30, de la Compañía Trasatlántica, de Hijos de Angel Perez y Cía, desde allí vino a Lincoln (provincia de Buenos Aires) para llegar poco después a Chelforó (Río Negro) en 1918, a visitar a su tío don Benigno Rivas, quien estaba construyendo los canales de riego desde Chelforó a Chimpay, aún inconclusos en su boca - toma. Allí inició sus actividades comerciales con sus hermanos, con un salón de chapas donde instaló el primer negocio de Chelforó.

En 1919, don Daniel, decía: "…Resolví un día, ír a ver a mi novia, española también ella, Melania Rodríguez, que vivía en el kilómetro 1120 (hoy Ingeniero Huergo), recorrí el camino en sulky, llevando un catre (para dormir por la noche), para hacer el trayecto entre Chelforó al Kilómetro 1120, demoré 6 dias con sus noches. Fue tan duro el viaje y con tantos inconvenientes, que decidí no hacer otro viaje, como Soltero, hablé con los padres de la novia y decidimos casarnos, el enlace matrimonial se formalizó el 7 de junio de 1919."
En aquella época, los recorridos eran difíciles, habían solo senderos, todo era inhóspito, era tierra virgen, chilcas, chañares y pichanas se veian en grandes extensiones, en la zona a Colonizar por la C.I.A.C., había únicamente "un puesto de chivero", todo era desolación, ya radicados en Chelforó el matrimonio de Melania Rodríguez y Daniel González, tuvieron 4 hijos, con los que viajaron al Kilómetro 1113, donde ya -a partir de 1922- habían construido un Salón para negocio y una casa grande, que habilitaron como Comercio de Ramos Generales y Acopio de Frutos del País, en diciembre de 1924, siendo la Casa Central y quedando Chelforó como Sucursal.
En la zona se iban definiendo, las concentraciones de inmigrantes, los "italianos" junto a las bardas, en el Kilómetro 1106 al 1107, "los españoles" frente al Kilómetro 1113, y frente al Kilometro 1120. Así se fueron reuniendo, conociendo sus problemas, compartiendo los pesares, disfrutando alegrías y lamentando tristezas, todos se ayudaban, hacian un culto, de la docendia, de la honradez y la seguridad comunitaria.

No existían documentos, no se daban recibos por los pagos, la palabra era sagrada, en los convenios sobresalía el honor de las personas, convivían y luchaban juntos, para lograr un fin común: arraigarse y defenderse en su conjunto.

La zona empezaba a ser potencialmente rica, y merodeaban la comarca, los perseguidores y quienes tenían problemas con la justicia, ellos visitaban la Colonia y fue así que el 4 de noviembre de 1929, la Banda de Bautista Bairoletto, hombre que robaba para ayudar a los necesitados, con su secuaz Victor Elmes -llegó a la zona- y por un descuido o por celo comercial, cobró su primer victima en la Señora Ana Sferco de Nelli, que quiso resguardar su patrimonio y pagó con su vida este acto de barbarie.

Después el 5 de noviembre de 1929, son vistos en el Kilómetro 1113, los secuaces de la banda, abasteciéndose de comestibles en el negocio de Carbó, frente al Almacén de Daniel González, se cruzaron disparos de Winchester desde ambos lados, recibiendo un tiro, mi padre Daniel González en la cara, y dos tiros mi tío Ismael González, uno en el hombro y otro en el corazón, que le produjo la muerte en forma inmediata.

La Policía, conocedora de la guarida de los malhechores, sobre la barda, en la Cueva de Bairoletto, frente al Kilómetro 1113, los siguió y los persiguió y luego de varios días lograron detener a uno de ellos, en la ribera Sur del río Colorado.

Don Daniel fue el eterno Tesorero de cuanta institución se creaba, construyendo junto a los demas vecinos, de Gral. E. Godoy, la Sub Comisaría de Policía, el edificio para Correos y Telégrafos, y cuantas kermeses se realizaban. Fue un hombre muy ordenado, allí en su último domicilio nacieron entre 1924 y 1937, otros 4 hijos, imponiéndoles a los 8, el nombre por orden alfabético: "A" Aurelio. "B" Beatriz. "C" Celerina. "D" Daniel. "E" Eloy. "F" Franco. "G" Gloria. "H" Heriberto, quienes en conjunto supieron de los esfuerzos, sinsabores, dichas y recuerdos, de quienes labraron la pujanza y el porvenir, de los sacrificados inmigrantes que se cobijaron en esta parte de la Colonia Regina.

Como recuerdo a su memoria y como recordación permanente. El Edificio de Propiedad Horizontal, ubicado entre las calles, Ing. Bicchi, España y Av. Italia, construido con un préstamo del Banco Hipotecario Nacional, gestionado y obtenido por Franco González, lleva el nombre de Edificio "Santander" por ser la provincia de España: Santander, el lugar donde nación don Daniel González y Rivas.

Autor: Franco González de Villa Regina.

EFEMÉRIDES REGINENSES. HECHOS INSTITUCIONALES 1º DE MAYO.

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EFEMÉRIDES REGINENSES.

EL 1º DE MAYO DE 1952 SE CONSTITUYE EL PRIMER CONCEJO DELIBERANTE, ELECTO POR VOLUNTAD POPULAR.
PRESIDENTE: SANTIAGO RUSSEL
CONCEJALES: MARIO J. FRANCO, ARTURO GUALA, DR. RAFAEL BAILÓN, JUAN FILIPUZZI.
SECRETARIO TESORERO ES DESIGNADO, TOMÁS M. IGUÁCEL.

1º DE MAYO DE 1958 EL CONCEJO ELECTO SE INTEGRA CON:
PRESIDENTE: MANUEL CRAVCHICK (UCRI), VICEPRESIDENTE: DARIO J. MASSACCESI (UCRI), CONCEJALES: ING. EDUARDO AGUSTÍN GONZÁLEZ JEZZI, (URCP), ANTONIO CARMELO PIRRI (UCRP), DR. ORLANDO FRANCISCO CITTÁ (SOCIALISTA).

1º DE MAYO DE 1960 SON ELECTOS, INTEGRANDO EL CONCEJO MUNICIPAL:
PRESIDENTE: JUAN FILIPUZZI (DEMÓCRATA CRISTIANO), VICEPRESIDENTE: DANIEL OSCAR MENESES (UCRP), CONCEJALES: ALDO MILANESI (DEMÓCRATA CRISTIANO), ENRIQUE ARNALDO BÁEZ (UCRP), MANUEL CRAVCHICK (UCRI).

POR FALLECIMIENTO DE DON JUAN FILIPUZZI, SE INCORPORA EL CONTADOR ANTONIO LUIS BEROLA.
ASUME LA PRESIDENCIA, DON DANIEL OSCAR MENESES, RENUNCIANDO DESPUÉS PARA SEGUIR COMO CONCEJAL. 

De acuerdo a los datos consignados en el libro de Franco González: "Historia de Villa Regina y sus memorias".                       

ALMACEN LA GRAAVA Y COMPETENCIAS FORD T ¡AQUELLOS TIEMPOS REGINENSES...!


ALMACENES LA GRAAVA.

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EN MARZO O ABRIL DE 1933 SE INAUGURARON LOS "GRANDES ALMACENES DEL ALTO VALLE S.A. GRAAVA", CON SURTIDOR DE NAFTA YPF, Y BODEGA ANEXA, CON UN CAPITAL DE GIRO DE $691.408,81.
Decìa Felipe Bonoli, Fundador de Villa Regina, la Perla del Valle: "A Bignami se le debe la creación de la GRAAVA, Grandes Almacenes del Valle" dato que se toman del libro: "Las historias que nos unen. Una perla junto a la barda" de la Reginense Silvia Zanini.
"Cuando La Graava cerró. que quebró, vino uno de Bs. As., con taller y venta de herramientas, pero duró poco tiempo, después estuvo cerrado bastante" (Mario José Franco).
En 1943 la "GRAAVA" vendió su gran almacén a Justo Fernández Flores.  

Crimen y castigo por Avelino Noel Sierra.

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JUAN BAUTISTA BAIROLETTO.
Ocurrió en 1928 cerca de Villa Regina. Juan Bautista Bairoletto y Víctor Helmes abrieron fuego contra Ana Sferco de Nelli, de sólo 21 años, madre de una beba de cinco meses, confundiéndola en la noche con un policía. El crimen fue un estigma para el famoso asaltante.

La banda que se componía de Juan Bautista Bairoletto y Víctor Helmes, con varios secuaces más, venía azotando la zona de influencia de Villa Regina. Intentaron tiempo atrás asaltar a los pagadores del Ferrocarril Sur, sin lograrlo, en el paraje Julián Romero (20 kilómetros al este de Chichinales).
Luego hicieron lo propio con el comerciante Justo Fernández Flores en jurisdicción de Otto Krausse (una estación de cargas) del ferrocarril entre Villa Regina y Chichinales. Al anochecer de un día invernal de 1928, irrumpieron en el negocio de ramos generales de "Don Justo", como le llamaba la vecindad, quien estaba con un cliente. Los golpearon impiadosamente desvalijando el almacén, mientras que la esposa del dueño de casa, doña María Lorenzo, escapaba por una puerta del fondo, llevando en brazos a su pequeño hijo "Tito" hacia un asentamiento cercano, donde fue auxiliada.

Cruento episodio.

Pocos días después, Bairoletto, Helmes y sus secuaces fueron protagonistas del tal vez el más cruento episodio de sus carreras delictivas. Ocurrió el 28 de julio de 1928, al asaltar un almacén propiedad de una familia apellidada Muner, localizado en el lugar conocido como 3ra. zona, que fija el límite geográfico entre Villa Regina y General Enrique Godoy. El nieto de esa familia, Carlos Muner, trabaja en la actualidad como técnico en la emisora local Radio "El Valle". Era un negocio estratégicamente ubicado en un sector de chacras, en el que se avituallaban los moradores del lugar de todo lo necesario. Ese día era de un crudo invierno como no recordaban otro los pobladores de las incipientes localidades, ya llegada la noche, en el atraco que realizaron Bairoletto, Helmes y quienes los acompañaron resultó muerta -acribillada a balazos- Ana Sferco de Nelli, de solamente 21 años, muy vinculada a Villa Regina, ya que su hermana María Sferco era secretaria administrativa de la CIAC (Compañía Italo Argentina de Colonización), empresa fundadora de la localidad que llevaba el nombre de Regina Pacini de Alvear, la famosa diva mundial, esposa del presidente Marcelo Torcuato de Alvear. El esposo de la occisa, era José Nelli, a la sazón encargado de una proveeduría y que años más tarde presidió el directorio de la Sociedad Cooperativa "La Reginense", pionera en el cooperativismo de la región.

Cinco balazos.

El trágico suceso se desencadenó el día indicado, cuando Ana fue al almacén de Muner a realizar las compras, mientras que su esposo quedaba con la hija de ambos, de pocos meses de vida. La mujer se alumbraba con una linterna y así llegó al comercio. El asalto estaba en su clímax. Al ver aproximarse la luz y en la creencia de que podría ser un policía, los delincuentes abrieron fuego, recibiendo Ana cinco balazos que la mataron en el acto.
Este asesinato causó tremenda conmoción y consternó a la gente del lugar por lo cruento, la personalidad de la muerta y por haber dejado una bebita de solamente cinco meses de vida. Esa niñita es actualmente María Nelli viuda de Piccinini, madre de la actual secretaria de Trabajo de la provincia de Río Negro, abogada Ana  Piccinini y también de la jueza Liliana Piccinini, titular del Juzgado Correccional Nº 6, con asiento en Viedma, madre además de Mario Piccinini, comerciante de Villa Regina. Por su parte el viudo, José Nelli, formalizó años después otro matrimonio, del que nacieron varios hijos. Uno de ellos, Aldo, fue director de Comercio de la provincia, durante la gestión de Horacio Massaccesi. Fundó además con uno de sus hermanos una de las primeras industrias del país de jugos cremogenados. Lamentablemente por falta de apoyo oficial nacional y provincial (antes de su gestión) lo obligaron a cerrar. Otro hijo de Nelli está en el exterior, uno se mantiene ligado a administraciones y una hija está casada con un médico de Villa Regina.

Estigma para Bairoletto.

Este crimen fue un castigo para Bairoletto, un verdadero estigma que lo persiguió hasta el fin de su vida. Pues se dice que él no era criminal, sí su compañero de andanzas Helmes, calificado como individuo desalmado.
Bairoletto huyó a Mendoza, donde en Carmensa (jurisdicción de San Rafael) fue muerto -más bien fusilado- por fuerzas policiales de tres provincias (Río Negro, La Pampa y Mendoza) que lo buscaban afanosamente. Pero eso, es motivo para otra historia.

Publicado el 7 de setiembre de 2002 en el Diario "Río Negro".


Da Villa Regina a Villasboas. Progetti di colonizzazione in Sud America negli anni del primo fascismo - Pantaleone Sergi (en idioma italiano).

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EL SIGUIENTE TEXTO DEL ESCRITOR, INVESTIGADOR Y PERIODISTA ITALIANO PANTALEONE SERGI SOBRE NUESTRA CIUDAD FUE REMITIDO POR SERGI QUE DESDE ¡BIEN DE REGINA! SE AGRADECE.
ESTÁ ESCRITO EN IDIOMA ITALIANO FALTA LA TRADUCCIÓN AL IDIOMA CASTELLANO QUE SI ALGÚN LECTOR DE ESTE SITIO TIENE CONOCIMIENTOS EN IDIOMA ITALIANO Y DESEAN REALIZARLA PODRÍAN REMITIRLA AL CORREO ELECTRÓNICO DE ¡BIEN DE REGINA! YÁ QUE ES DE UTILIDAD PARA LOS INVESTIGADORES.

Pantaleone Sergi.

Da Villa Regina a Villasboas. Progetti di colonizzazione in Sud America negli anni del primo fascismo.

Prologo, obiettivo e materiali
Quando Mussolini arrivò al potere non pensava ancora a colonie di diretto dominio o a porre paletti all’emigrazione per mostrare i muscoli al mondo intero; tuttavia con l’assenso del governo furono elaborati diversi progetti e messi in atto vari esperimenti di colonizzazione, non sempre riusciti, in paesi del Sud America che, fin dall’Ottocento, quale più e quale meno, erano stati interessati da flussi migratori dall’Italia. Era stato lo stesso Duce, in tale contesto, ad affidare al vecchio amico e confidente Ottavio Dinale, giornalista del «Popolo d’Italia», ex anarco-sindacalista spedito a Buenos Aires per organizzare i Fasci di combattimento, l’incarico di fondare nell’alta Patagonia, con progetti finanziati da capitale pubblico e privato italiano, colonie agricole dove poter trasferire famiglie di ex combattenti (Nota 1). Il fascismo degli esordi, è ormai chiaro, non aveva una propria politica migratoria ma dovette subito misurarsi con il problema (Nota 2). Andò avanti, a lungo, in sostanziale continuità con i governi liberali, affidandosi al Commissariato generale per l’emigrazione (Cge) governato da una forte personalità come quella di Giuseppe De Michelis. Ancora alla fine del 1925 – ed erano passati ben tre anni dalla marcia su Roma – Mussolini sembrava rassegnato all’ineluttabilità del fenomeno (Nota 3) e riteneva che l’emigrazione fosse «una necessità del popolo italiano» per contenere l’esuberanza demografica, pur consapevole che privasse il paese di elementi attivi (Nota 4). Quantunque il Duce, nell’ambito di un’emigrazione «tutelata», rivendicasse al suo governo di avere portato «al massimo grado la conversione di espatri disordinati di masse sfiduciate, in consapevoli spostamenti di energie produttive, strumento di valorizzazione nazionale» (Nota 5), tra il 1922 e 1928 il regime attuò una cosiddetta politica «a vista», a conferma del rapporto ambiguo con l’emigrazione (Nota 6). Si prendevano, insomma, decisioni estemporanee, a volte umorali e spesso contraddittorie, stabilendo accordi caso per caso.
Le rotte verso il Plata, in quegli anni, furono molto affollate da emissari del fascismo, personalità politiche, militari e diplomatici che viaggiarono nei paesi latino-americani per studiare ipotesi e proporre progetti di colonizzazione. Per molti di loro l’obiettivo era di accrescere il prestigio dell’Italia e difendere al contempo gli interessi nazionali, come aveva spiegato De Michelis in un’intervista del 1923 al quotidiano coloniale «La Patria degli Italiani» di Buenos Aires (Nota 7). Tra essi c’era anche Ottavio Dinale (Nota 8). A lui si deve – in tandem con l’ingegner Filippo Bonoli che si occupò degli aspetti tecnico-economici del progetto – la fondazione di Villa Regina, la più italiana delle città patagoniche. Nei suoi due lunghi soggiorni in Sud America, avvenuti tra ottobre 1922 e maggio 1924, su mandato del Duce (Nota 9), Dinale si dedicò anche all’elaborazione di originali progetti di emigrazione, conservandone traccia nel proprio archivio personale. Incaricato in primo luogo della missione politica di fascistizzare la colonia italiana in Argentina – che non riuscì né a lui né ad altri come lui inviati nel corso del Ventennio – anche Dinale tentò di «fare l’America», come ottimista scriveva al figlio Neos e alla moglie Marcella Vendramin (Nota 10). Ed essendo ben nota e documentata la sua influenza su Mussolini, al quale fu a fianco con incrollabile venerazione dai tempi dell’esilio comune in Svizzera fino agli ultimi giorni della Repubblica di Salò (Nota 11) si possono spiegare alcune decisioni del Duce in materia di emigrazione, soprattutto prima della deriva totalitaria.
Sulla base di documenti del Fondo Dinale e con il supporto di notizie tratte dalla stampa d’emigrazione e dalla bibliografia sull’argomento, in questo lavoro si cercherà di ricostruire un quadro di progetti d’insediamento di famiglie italiane, specialmente di ex combattenti, in Argentina e in alcuni stati minori del Sud America, di cui in qualche modo si occupò l’amico di Mussolini. In particolare saranno utilizzati un lungo rapporto di Dinale del 16 febbraio 1924 che riguardava «le possibilità di colonizzazione in Provincia di Buenos Aires e nella Pampa» e un documento che per comodità di seguito indicheremo come «Relazione Dinale»: si tratta di cinque pagine dattiloscritte, anonime e senza data, suddivise in capitoletti, nelle quali si fa il punto sulle possibilità di colonizzazione in Uruguay, Paraguay e nell’Oriente Boliviano, regione già soggetta a sfruttamento minerario e agricolo da parte di una compagnia inglese. Visti i riferimenti all’anno di «relativa calma» seguito alla guerra civile in Paraguay terminata a metà del 1923, al viaggio in Bolivia del ministro plenipotenziario italiano residente ad Asunción compiuto nel luglio 1924 e alla costituzione nel 1923 di una cooperativa per un progetto di colonizzazione in Uruguay all’epoca in fase di attuazione, le cinque pagine furono scritte presumibilmente verso la fine del 1924.
Sulla paternità di tale relazione si possono fare soltanto delle congetture. Dovrebbe trattarsi di un documento di sintesi (articolo, capitolo per un libro, informativa?) elaborato da Dinale, magari per conto del Cge (il commissario stava preparando i volumi-resoconto della propria attività e della realtà emigratoria da consegnare a Mussolini). La presenza di riferimenti a progetti presentati al Cge deporrebbe in tal senso. Potrebbe, però, anche essere una stesura, solo in alcune parti poi utilizzata, del curatore del volume del Cge sull’emigrazione italiana dal 1910 al 1923, per qualche motivo finita tra le carte di Dinale, il quale, rientrato in Italia (giugno 1924) continuò a occuparsi di problematiche legate all’emigrazione.
La questione della paternità dello scritto, in ogni caso, è secondaria. Il documento, infatti, è importante, e solo per questo viene utilizzato, per le novità in esso contenute, utili a documentare l’interesse del governo fascista da poco arrivato al potere a promuovere l’emigrazione e a favorire la fondazione di nuove colonie non solo nelle tradizionali terre argentine e uruguayane, ma anche in realtà come il Paraguay e la Bolivia, poco o niente toccate da correnti migratorie. 

La Colonizzazione dell’Argentina. Il caso modello di Villa Regina
Tra i paesi d’emigrazione che pure accolsero centinaia di migliaia di emigrati, anche negli anni Venti l’Argentina continuò a essere una meta privilegiata dei flussi migratori italiani che non trovarono reali ostacoli anche perché il governo del radicale Marcelo T. de Alvear, insediatosi nell’estate del 1922, era interessato a sviluppare i rapporti con l’Italia (Nota 12). È ben noto che tra le due guerre in Argentina furono elaborate politiche agrarie tendenti a promuovere l’immigrazione mediante la colonizzazione. Come ha segnalato Alejandro E. Fernández, però, gran parte dei progetti governativi non sortirono grandi effetti. Un’occasione, tuttavia, fu rappresentata dalla riforma che assegnava al Banco Hipotecario Nacional la possibilità di concedere prestiti agli agricoltori per trasformarli in piccoli proprietari, un obiettivo che avrebbe dovuto attrarre nuovi emigranti e radicarli nella campagna ma che incontrò non pochi ostacoli nell’attuazione pratica (Nota 13).
Durante il governo Alvear (1922-1928), inoltre, nonostante un maggiore protagonismo dello Stato, lo sviluppo dei territori, come nel caso del Río Negro, fu frenato anche dalla mancata realizzazione di opere pubbliche e dalla carenza di fondi per lavori strutturali (Nota 14).
Crisi economica e restrizioni a parte, all’epoca il mito dell’Argentina come terra promessa era ancora intatto, nonostante le notizie, veri e propri «avvertimenti», fornite dal Cge e dagli stessi giornali locali sulle difficoltà che si potevano incontrare. Al grande paese sudamericano, tuttavia, si guardava per nuovi interventi di colonizzazione. Anche Ottavio Dinale era convinto che il governo italiano avrebbe dovuto porre l’Argentina al centro della sua politica estera ed emigratoria in Sud America (Nota 15). La fondazione programmata di colonie, infatti, avrebbe depotenziato l’esplosiva situazione demografica e, allo stesso tempo, dato lustro al governo di Mussolini. Quel che non rientrava in questa logica propagandistica doveva essere combattuto. In tale ottica Dinale espresse forti critiche al Cge e a quanti arrivavano dall’Italia in Argentina per quelli che giudicava improbabili programmi di colonizzazione. Si mostrò feroce, per esempio, nei confronti di un’iniziativa dell’onorevole Teofilo Petriella, deputato del Partito popolare per la circoscrizione del Sannio, esule in Argentina per sfuggire ai pestaggi squadristici. Petriella, che secondo Dinale millantava incarichi ufficiali e agiva per conto «di non si sa quali cooperative beneventane», era impegnato a fare affluire famiglie campane per sfruttare un terreno di diecimila ettari nei paraggi di Luan Toro, stazione di diramazione della ferrovia dell’Ovest (Nota 16). Il progetto che l’onorevole Petriella «ha ripetuto ovunque e lo ha dichiarato anche nei giornali» prevedeva che ogni colono dovesse avere la sua «linda casetta»: cosa che, per Dinale, rientrava «nel campo dell’assurdo e del fantastico», in quanto il parlamentare campano intendeva insediare lavoratori italiani su un terreno preso in affitto nella Pampa «all’estremità occidentale della zona coltivata», un’area dove, secondo un informatore del dirigente fascista, i cinquanta centesimi pagati di affitto per ettaro erano indice di una scadente qualità, poiché scarseggiava l’acqua e i terreni erano da disboscare (Nota 17). Nonostante l’ostilità e le perplessità di Dinale, l’onorevole Petriella riuscì a far trasferire famiglie italiane nella zona prescelta.
Nulla Dinale obiettò, invece, su un altro progetto di colonizzazione proposto dal generale Enrico Caviglia, che all’epoca aveva aderito al fascismo e godeva di ottima reputazione in Italia e tra gli italiani all’estero per la gloria di cui si era coperto nel corso della Grande Guerra come comandante di corpo d’armata. Il progetto di Caviglia, oltretutto, era stato approvato dalla Confederazione generale del lavoro, dai sindacati fascisti e da altre organizzazioni operaie (Nota 18). Dopo un suo soggiorno in Argentina dall’aprile all’ottobre 1922, il generale coinvolse nella sua impresa anche il Cge (Nota 19). Pronto già nel marzo 1923, il progetto prevedeva la costituzione di un istituto italo-sudamericano per la colonizzazione del Brasile, dell’Uruguay e dell’Argentina dove si sarebbero dovute richiedere concessioni di terre idonee alla coltivazione ai governi di quei paesi (Nota 20).
Vediamo, adesso, quali possibilità di colonizzazione Dinale aveva autonomamente individuato per l’Argentina, anche se alla fine si concentrò sulla fondazione programmata di alcune colonie nell’Alta Valle del Rio Negro, di cui una soltanto, Villa Regina, fu portata a compimento: dopo un lungo viaggio effettuato in treno tra steppa e deserto, quella regione nel nord della Patagonia gli era apparsa «con la prospettiva emozionante del paesaggio italiano», una «terra meravigliosa» che aveva nell’acqua «il segreto della feracità» (Nota 21).
Come sintesi di precedenti comunicazioni e di quello che personalmente aveva costatato in un secondo viaggio effettuato all’interno dell’Argentina nella tarda estate sudamericana del 1924, il 16 febbraio Dinale inviò un corposo rapporto per le autorità italiane (dodici pagine dattiloscritte) sulle possibilità di colonizzazione nella Provincia di Buenos Aires e nella Pampa. Più che indicare soluzioni tecniche, il documento descrive le caratteristiche produttive di quei territori, soffermandosi sugli aspetti che avrebbero potuto favorire l’immigrazione italiana, e fornisce chiare indicazioni di politica migratoria per evitare che la gran parte della gente che emigrava andasse «perduta» come fino allora era accaduto. Per Dinale era necessario reagire da una parte alla passività economica argentina, che chiudeva gli occhi sulla «qualità» degli emigrati poiché erano utilizzati in attività agricole arretrate, e dall’altra alla tradizione italiana poco attenta al reale destino dei suoi cittadini e che lasciava partire «la sua forza lavoro, preoccupandosi soltanto, senza pur tuttavia raggiungere effettivamente lo scopo, di provvedimenti di polizia e di assistenza, e di studi sociali e statistici».
A giudizio dell’esponente fascista, a ogni modo, in tutta l’Argentina vi era «tanto da fare nei riguardi di una emigrazione ben selezionata, ben diretta, convenientemente finanziata». Le sue valutazioni finali, fatte «con anima e cuore di italiano appassionato» e rivolte a «chi può e deve», affinché «intenda e provveda», costituivano un pressante invito a «passare all’azione, alacremente, fiduciosamente, capitalisticamente, al di sopra e oltre le accascianti lungaggini burocratiche» (Nota 22). Per Dinale, stare a guardare, studiare e ponderare mentre gli altri paesi si davano da fare – la critica al Cge, che in Argentina era considerato inutile e soprattutto un «guasta mestieri» (Nota 23), è abbastanza chiara – poteva far perdere un’occasione unica, viste le favorevoli circostanze sia economiche, sia politiche esistenti in quel momento. 
Nella sua «ricognizione», Dinale visitò terre e città, incontrò emigranti e amministratori locali. «Scoprì» che nella provincia di Buenos Aires, nella vasta pianura che attraversò lungo la linea del quinto meridiano, vigevano criteri di una «primitiva economia agricola» che spiegavano l’instabilità del colono facendone di fatto una «golondrina», una rondinella vagante che non riusciva mai a migliorare la propria condizione di vita. A Bardano, visitò famiglie italiane e annotò che ogni colono impiegava due-tre braccianti più i «peones» per i lavori eccezionali. Da Miray Pampa si recò nella Pampa Centrale, buona per la coltivazione a est e con terreni ingrati a ovest. Questa terra era sempre più popolata da italiani, «i quali compiono dei veri e propri miracoli di tenacia, di sforzi per correggere la natura del terreno». Poi raggiunse General Picco, quindicimila abitanti, spingendosi fino a Trenel, un piccolo centro appena elevato a comune, situato nella cosiddetta «Pampa Húmeda Argentina» e germogliato accanto alla colonia della Compagnia Devoto, lì vicino proprietaria di 500 mila ettari di terra divisa in lotti sempre più piccoli, molti dei quali gestiti da famiglie italiane. E da lì andò a Toledo, cinque ore da La Plata, per visitare alcune aziende agricole. Rientrò a Buenos Aires convinto che l’emigrazione italiana avrebbe dovuto essere «accompagnata».
L’attività di Dinale, negli ultimi mesi di permanenza in Argentina, divenne febbrile. Mentre andava avanti quello che può essere considerato un «capolavoro» – la fondazione di una colonia nel nord della Patagonia di cui ci occuperemo più avanti – Dinale si diede da fare con programmi di colonizzazione ovunque si prospettassero condizioni favorevoli. Il 18 marzo 1924 si trovava così a Colonia Alvear, nei pressi di Mendoza, dove incontrò il sindaco e un folto gruppo di italiani, per illustrare «il programma del Governo Italiano nei riguardi de l’emigrazione» e verificare la possibilità di farvi affluire duecento famiglie italiane. Al termine di un’assemblea svoltasi all’Hotel de Paris trovò tutti d’accordo sul fatto che la realizzazione del progetto illustrato costituisse «un sicuro elemento di ricchezza per i venienti e di prosperità generale per Colonia Alvear» e tutti convennero, in maniera entusiastica, sulla prospettiva di aumentare la presenza italiana nella colonia: clima e produttività della terra costituivano la garanzia di futuro per i nuovi emigrati (Nota 24). In seguito non se ne fece nulla, sebbene l’amministratore della Sociedad anonima «Colonia Alvear» avesse tentato di convincere Dinale della bontà dell’operazione, prospettata come più conveniente di quella da avviare in Rio Negro (Nota 25).
Un’altra idea, che non ebbe alcun seguito, era stata quella di convogliare coloni italiani anche nella valle inferiore del Rio Negro dove, come gli assicurava un proprio corrispondente, c’era possibilità di lavoro nella viticoltura e nella coltivazione della barbabietola da zucchero (Nota 26).
Il successo, sempre rivendicato da Dinale (Nota 27), resta comunque la fondazione di Colonia Regina Pacini de Alvear, oggi Villa Regina, da lui progettata con l’ingegner Filippo Bonoli (Nota 28) e realizzata nell’alta valle del Rio Negro dalla Compagnia italo-argentina di colonizzazione (Ciac), costituita con capitali italiani.
Dinale e Bonoli, in verità, avevano elaborato un primo progetto di massima per la costituzione di una «Sociedad Colonizadora Italo-Argentina del Rio Negro» con l’obiettivo di fondare due colonie, poco distanti una dall’altra. La prima, su diecimila ettari di terreni strappati al deserto e ben irrigabili tra la stazione Chichinales, al chilometro 1.094, e la stazione situata al chilometro 1.120, avrebbe dovuto chiamarsi «Vittorio Veneto». La seconda, invece, con un fronte sul fiume di dieci chilometri, nei pressi della stazione di Chimpay, su un terreno di oltre undicimila ettari che il proprietario era pronto a cedere, avrebbe dovuto essere chiamata «Monte Grappa»(Nota 29). Soltanto la prima vide la luce, assumendo però il nome di Colonia Regina Pacini de Alvear, in omaggio alla moglie del presidente della Repubblica, Torcuato T. de Alvear, il quale il 7 novembre 1924 autorizzò la registrazione della Ciac che, statutariamente, aveva l’impegno «socialisteggiante» di dare – in verità di vendere – la terra a chi la lavorava. Quel progetto ben s’inseriva nell’obiettivo del governo radicale di popolare il deserto con agricoltori proprietari di piccoli appezzamenti di terra mediante il frazionamento della grande proprietà (Nota 30).
Il nuovo insediamento rurale già al 31 dicembre 1924 era stato «popolato» da quaranta pionieri italiani. Alla fine dell’anno successivo erano presenti ottantasette famiglie italiane, sette spagnole e quattro argentine. In pochi anni arrivarono 426 famiglie contadine, al novanta per cento italiane. A ognuna di esse veniva assegnata una chacra da coltivare e una casa colonica di due o quattro stanze in base al nucleo familiare. Parallelamente sorgeva il centro abitato, lindo e ordinato e ammirato dai primi visitatori, con gli uffici della Ciac, case di artigiani e di professionisti, chiesa, scuola, servizi sanitari, stazione ferroviaria.
Colonia Regina, città di fondazione voluta dallo stesso Mussolini (per questo può essere considerata la prima delle cosiddette «Città del Duce»), rappresenta un «modello» fascista di emigrazione pianificata utilizzato negli anni successivi in Italia e nelle colonie africane. Feudo fascista, governata con pugno duro dagli uomini della Ciac, la città ebbe uno sviluppo straordinario ma non tranquillo. Per alcune eccezionali avversità climatiche e per la crisi mondiale del 1929, molte famiglie immigrate, “strozzate” dalla Ciac e dalle banche rischiarono di perdere la terra, le case e la fatica e soltanto negli anni Cinquanta ebbero i titoli di proprietà.
Se la fondazione di Villa Regina restò un esperimento isolato nei casi di emigrazione economica che hanno riguardato migranti italiani, tuttavia, nel subcontinente americano si registrò un attivismo frenetico che guardava non solo all’Argentina ma anche ad altri paesi che avrebbero potuto assorbire manodopera italiana.
Lo testimonia il secondo documento preso in considerazione in questo lavoro. La «Relazione Dinale», come abbiamo visto, allargò l’attenzione alle possibilità di instradare nuovi emigrati in Uruguay, Paraguay e Bolivia, sebbene tutti e tre i paesi, chi per un motivo e chi per un altro, mostrassero fattori avversi che di fatto resero vano ogni sforzo, ogni intenzione e ogni programma. 
Le vere novità, tra le destinazioni ipotizzate in tale rapporto, erano rappresentate da Paraguay e Bolivia fino ad allora sostanzialmente ignorate dall’emigrazione italiana per motivi oggettivi – distanze, instabilità sociale e politica, sicurezza – in pratica tutti confermati. Scoraggianti, sebbene per motivi economici, si presentavano pure i tentativi di nuove colonizzazioni in Uruguay, dove la comunità italiana era la più numerosa, molto ben inserita e in gran parte già assimilata.
Vediamo nel dettaglio le varie situazioni prospettate, mantenendo, anche se non nello stesso ordine, la suddivisione e i titoli dei paragrafi della «Relazione Dinale».

La colonizzazione nel Paraguay
Incuneato tra Brasile, Argentina e Bolivia, il Paraguay non è mai stato una meta ambita per l’emigrante italiano (Nota 31). In pochi, infatti, anche al tempo dei grandi flussi migratori verso il Plata, si spinsero in quel territorio (Nota 32), spesso in preda a convulsioni politiche e militari, a rivoluzioni interne e cruente guerre, a cominciare da quella sostenuta tra il 1865 e il 1870 contro la potente Triplice alleanza, coalizione formata da Argentina, Brasile e Uruguay, nella quale il Paraguay perse i due terzi della propria popolazione maschile adulta. Ancora tra il 1922 e il 1923 infuriò una guerra civile durata quattordici mesi (Nota 33) che lasciò il paese «spossato e profondamente disorganizzato», preda di un’instabilità che scoraggiava l’affluenza sistematica e programmata di lavoratori italiani. Una colonizzazione del Paraguay, dunque, era sconsigliabile. Alcune righe della «Relazione Dinale» compaiono anche nel volume del Cge sugli italiani nel mondo fino al 1923, pubblicato tuttavia solo nel 1926: 
pur avendo in questo anno di relativa calma, dato segni manifesti di una graduale ripresa nella vita economica agricola e commerciale rimane sempre un Paese nel quale non è possibile trasportare masse di agricoltori senza predisporvi una forte organizzazione tecnica e finanziaria che consenta con i suoi mezzi la vita ai nostri connazionali.
Sebbene «fertile e promettente», insomma, il Paraguay non era e non poteva essere subito in condizioni di ricevere flussi migratori. Il Cge lo considerava addirittura inospitale.
Nonostante tutto al Cge arrivavano diversi progetti di colonizzazione. Nella «Relazione Dinale», per esempio, viene ricordato quello di un certo dottor Lauti, non meglio indicato, il quale una decina d’anni prima aveva visionato un terreno in cui poter insediare una colonia e adesso, in una «non breve» relazione fatta nell’ipotesi di un ventilato accordo italo-paraguayano, esponeva le proprie idee per una emigrazione programmata e pianificata, in cooperazione col governo di Asunción. L’insediamento era previsto in «terre non boscose e in prossimità del Río Paraguay» che la legge concedeva quasi gratuitamente, ma era subordinato agli interventi del governo locale che avrebbe dovuto in via preventiva «provvedere alla costruzione delle case, delle vie di comunicazione, e all’adattamento delle rive per la possibilità di approdo». L’idea del dottor Lauti di un’emigrazione pianificata e protetta, poteva anche piacere a Dinale, il quale già aveva in cantiere il progetto di Villa Regina che poggiava su un’emigrazione organizzata, ma le condizioni generali del paese non erano per nulla incoraggianti. Il progetto non fu preso in considerazione. Bocciato perché inattuabile.
Qualche iniziativa privata, comunque, era pure possibile, come annota la «Relazione Dinale». Un esempio era rappresentato dal nucleo rurale a cui aveva dato vita un «signor Stipanovich» – già da anni insediati in Paraguay, gli Stipanovich erano attivi commercianti – il quale si era stabilito con la famiglia e alcuni lavoratori indigeni, nel Gran Paraguay (nel testo Gran Paraguayno), accanto al fiume Confuso, non lontano dalla capitale Asunción. Stipanovich aveva acquistato un terreno «più o meno vergine» e si proponeva di sfruttarlo dapprima col taglio del legname (attività molto fiorente in vaste aree del paese) e in seguito mediante colture varie. Per l’autore della «segnalazione» l’iniziativa era «degna di lode» e da incoraggiare. Non si poteva parlare ancora di una colonia – avvertiva – ma al massimo di una fattoria, di una estancia. Farvi affluire emigrati dall’Italia era però un argomento fuori discussione. Tanto che il marchese Francesco Medici di Marignano, ministro d’Italia ad Asunción dal 1922 al 1926, dopo avere esplorato il paese in cui era accreditato come inviato straordinario e ministro plenipotenziario, gettò lo sguardo oltre confine, per verificare le possibilità di colonizzazione in Bolivia.

Impresa di colonizzazione nell’Oriente Boliviano
Il paese andino non è stato mai interessato da reali correnti migratorie provenienti dall’Italia. Un po’ per le difficoltà ad accedervi – assieme a Ecuador e Perù, la Bolivia è conosciuta come una delle «repubbliche impervie» (Nota 34) – e un po’ per l’instabilità politica e la conseguente insicurezza determinata da ripetute rivolte e colpi di stato. «Al di fuori di una diffusa strategia migratoria», tuttavia, già dall’Ottocento, diversi Italiani avevano dato vita a floride attività commerciali e industriali (Nota 35), ma la presenza italiana nel paese era stata sempre numericamente insignificante. Quali possibilità nuove per attrarre consistenti flussi migratori potevano esserci nella prima metà degli anni Venti?
Secondo quanto riporta la «Relazione Dinale», il marchese Medici presentò una «importantissima relazione» su un «interessante viaggio nell’Oriente Boliviano» (Nota 36) iniziato il 1° luglio 1924 a bordo del piccolo rimorchiatore «Floriano Peixoto», partito dal piccolo porto brasiliano di Corumbà, a tre chilometri dalla frontiera boliviana. Lì, situato ai margini del Rio Paraguay, aveva sede un modesto cantiere fluviale «Irmãos Puccini & Cia» che, come il rimorchiatore, apparteneva a tre italiani, il salernitano Nicola Buonocore e due fratelli originari dell’Isola d’Elba, Ernesto e Andrea Puccini: quest’ultimo, sulla base del racconto del fratello, curò il Memoriale di una spedizione boliviana che portò alla scoperta di un nuovo fiume a cui in seguito fu dato il nome «Rio Puccini», ma che fu senza esiti per quel che riguarda l’afflusso di nuovi italiani nel paese (Nota 37).
Il viaggio di ricognizione fu organizzato dall’ingegner Villos Faughan, direttore del sindacato britannico B. I. & L., che aveva ottenuto in concessione un territorio vasto circa un milione di ettari dove già aveva avviato attività di sfruttamento minerario e agricolo. Nei suoi programmi immediati il sindacato britannico intendeva sviluppare anche l’industria del legname e realizzare una linea di navigazione internazionale. Per fare tutto questo c’era bisogno di molti lavoratori e il marchese Medici, invitato da Faughan e signora con i quali s’imbarcò sul rimorchiatore, era interessato a fare affluire coloni italiani anche in Bolivia, paese di cui si occupava in assenza di un rappresentante italiano presso il governo de La Paz (solo il 27 luglio si insediò Fortunato Castoldi come inviato straordinario e ministro plenipotenziario).
In territorio boliviano, sulla costa del lago Mondioré, per conto suo l’impresa «Irmãos Puccini & Cia» aveva impiantato una segheria in società con l’italiano Angelo Moscaro, proprietario di circa 80 mila ettari di bosco. Attorno alla segheria erano state costruite numerose casette di legno per i dipendenti. Era possibile rafforzare l’esigua presenza di italiani nel paese per fornire manodopera all’azienda britannica assecondando così i suoi programmi di espansione? Medici affrontò il viaggio in terre inesplorate, allo scopo di verificarne la possibilità, magari al traino della B. I. & L, nella speranza che lo sviluppo dell’impresa inglese portasse a un «vasto reclutamento» di lavoratori italiani. Rientrato ad Asunción, pur convinto che ci fossero favorevoli condizioni, il regio ministro «diplomaticamente» se ne lavò le mani. In un rapporto a Roma, infatti, si limitò esclusivamente, spiega la «Relazione Dinale», a richiamare l’attenzione del governo e del Commissariato dell’emigrazione, proponendo «l’invio di una missione di esperti sui luoghi, nei quali dovrà attuarsi la colonizzazione, per accertare – dal punto di vista italiano – la esistenza o meno delle favorevoli condizioni apparse al R. Ministro durante il suo viaggio».
Non ci furono sviluppi, sebbene le prospettive sembrassero ben diverse anche in seguito alla tappa boliviana dell’ambasceria speciale del governo Mussolini nei paesi del Sud America, guidata da Giovanni Giuriati. Giunto in Cile con la nave Italia che aveva già toccato molti porti atlantici, il 16 luglio il gerarca fascista raggiunse La Paz in treno, incontrò il capo dello stato Bautista Saavedra e «nei brindisi di circostanza, […] espresse la certezza di un futuro importante per l’emigrazione italiana in Bolivia» (Nota 38). Cosa che poi non si verificò. In Bolivia arrivò qualche imprenditore che fu baciato da successo, come Enrico Camillo Leon De Cefis nel 1926 e Vittorio Aloisio Molinari due anni dopo (Nota 39), ma al censimento del 1928 gli italiani in tutto il paese erano soltanto 310 (dieci in più rispetto al 1884, anno a cui risale il primo dato disponibile) e per metà religiosi impegnati nelle missioni. Essi rappresentavano, tuttavia, la terza comunità straniera dopo i 465 spagnoli e i 380 tedeschi (Nota 40).
Molti anni dopo, nel 1940, l’ingegner Filippo Bonoli, fondatore con Dinale di Villa Regina ed estimatore del fascismo, fu nominato presidente della «Socobo», società per la colonizzazione in Bolivia, e nelle vicinanze de La Paz impiantò una colonia agricola per la coltivazione di prodotti subtropicali. Lo fece per conto di una società nordamericana e non si ha notizia se i coloni fossero italiani o meno.

La colonizzazione nell’Uruguay
Quali nuove opportunità poteva offrire, invece, la Repubblica orientale dell’Uruguay da sempre «generosa» nell’accoglienza di Italiani? (Nota 41). E con quali modalità e condizioni altri immigrati potevano ancora insediarsi?
Il momento non era certo dei più incoraggianti, specialmente per la crisi economica che investiva il paese, anche se il governo uruguayano generalmente si mostrava molto aperto nei confronti dell’emigrazione di manodopera salariata italiana, nella prospettiva di mettere a sviluppo intensivo aree smisurate di territorio destinate fino ad allora alla pastorizia. A ogni modo, furono elaborati progetti per assegnare ai coloni italiani terre a riscatto, da incentivare anche con un prestito iniziale del Banco della Repubblica. Tali progetti però non trovarono concreta attuazione, poiché si scontravano con i contingenti problemi finanziari del paese.
Pur tuttavia, anche in assenza di garanzie governative e in attesa che maturassero condizioni decisamente favorevoli per l’afflusso di masse consistenti di lavoratori nelle sconfinate aree interne possedute da pochi latifondisti, la colonizzazione italiana nell’Uruguay si affidò allo spontaneismo e all’iniziativa privata.
La «Relazione Dinale», con identiche frasi del volume del Cge sull’emigrazione dal 1910 al 1923, pubblicato nel 1926, riferisce di un esperimento da parte di un gruppo di coloni friulani per impiantare una colonia rurale a Villasboas (Nota 42), una contrada situata nel dipartimento di Durazno, a circa quaranta chilometri a nord della città capitale, nei pressi di una stazione ferroviaria omonima, che prende il nome da un piccolo fiume che scorre nelle vicinanze e da una collina. Nelle vicinanze esiste ancora un piccolo e isolato complesso abitativo che potrebbe essere stato fondato proprio da quel gruppo di emigrati. «Fino agli anni ’70 – rammenta Ruben Tunin, nipote di Ugo, uno dei fondatori – ancora si vedevano i ruderi dei depositi costruiti dai nonni, oggi non c’è niente» (Nota 43).
È una storia dai contorni ancora molto incerti. A questo esperimento di colonizzazione privata si riferiscono, tuttavia, le pur vaghe testimonianze di Ruben Tunin, Gilverto Pecorari, Ruggero Tofful, figli e nipoti di coloni, raccolte per il Progetto Ammer promosso dalla Regione Friuli Venezia-Giulia. Un gruppo di quindici famiglie, persone che avevano venduto tutto per acquistare i biglietti d’imbarco, partì da Trieste con la nave Belvedere. A tale «scaglione di emigrati» sembra fare riferimento in più occasioni nel 1924 il «Bollettino dell’emigrazione», dopo che in diversi giornali era apparsa la notizia del loro arrivo a Montevideo senza alcuna sicurezza di lavoro (Nota 44). Il console uruguayano di Trieste, in effetti, aveva convinto quelle famiglie a emigrare promettendo mari e monti, assicurando loro che avrebbero trovato da parte del suo governo assistenza, facilitazioni di ogni sorta e, soprattutto, occupazione immediata. Le autorità italiane, che sconsigliavano però di andare in Uruguay perché la crisi del paese non poteva assicurare condizioni favorevoli, tentarono di dissuadere i capifamiglia, avvertendoli dei rischi cui andavano incontro e spiegando quello che era il convincimento del Commissariato per l’emigrazione, cioè che il governo uruguayano era «sollecito a promettere ma tardo a mantenere» (Nota 45). Incuranti dei pericoli da affrontare i capifamiglia (che firmarono una dichiarazione in tal senso) partirono ugualmente.
Tra le famiglie che lasciarono il Friuli convinti dalla propaganda del console uruguayano c’erano i Pecorari e i Battistin di San Lorenzo Isontino; i Tofful e i Tunin di Moraro in provincia di Gorizia; i Perco di Fogliano Redipuglia e i Vecchiet di Trieste. Qualcuno andava in Uruguay esclusivamente per motivi economici, altri perché temevano una nuova guerra in Europa. Contrariamente al previsto, al loro arrivo furono accolti e sistemati in un ricovero a spese del governo uruguayano che era stato subito allertato dal ministro d’Italia a Montevideo. Forse solo dopo la loro sistemazione provvisoria si concretizzò l’idea di fondare una colonia nel territorio a nord di Durazno.
Sta di fatto che i coloni friulani – come nota la «Relazione Dinale» – stipularono «un contratto di compravendita col Signor Lazzaro Curbendo, uruguayo, proprietario di una frazione di campo di 559 ettari catastata col numero 479, e sita nella seconda sezione giudiziaria del Dipartimento di Durazno», proponendosi di gestire direttamente il terreno acquistato, «con l’intervento del “Banco Hipotecario” dell’Uruguay e del Ministero dell’Agricultura, che, in via eccezionale, ha anche provveduto ai primi mezzi di sussistenza ed ai letti per l’alloggio dei coloni» (Nota 46). Sia il documento dattiloscritto, sia il volume del Cge, poi ricordano:
Il R. Ministro di Montevideo ha fatto delle riserve sulle clausole del contratto di compravendita, le quali, a suo avviso, non danno ai nostri connazionali affidamento sufficiente per l’avvenire e non risolvono la questione, che tanto ci sta a cuore, di rendere possibile una corrente emigratoria italiana nell’Uruguay.
L’esperimento di Villasboas, riserve o meno del diplomatico, nel 1924 era comunque in attuazione. Dopo due mesi trascorsi a Montevideo, undici famiglie arrivate con la Belvedere furono trasferite in treno a Durazno e da lì, su carri trainati da buoi, nella zona da colonizzare dove trovarono un terreno «nudo e di difficile utilizzo per la semina». Gli attrezzi per lavorare furono loro prestati da famiglie vicine (Nota 47).
Tra enormi sacrifici, i coloni italiani tentarono ugualmente l’avventura. Le donne e i bambini si stabilirono nella struttura della Società rurale di Durazno. Gli uomini, invece, iniziarono i lavori, delimitando i lotti, segnando i canali d’irrigazione. Si costruirono casette di legno, paglia, canne di bambù e fango con l’aiuto di alcuni lavoratori reclutati allo scopo. Un commerciante, almacenero, diede loro alcune mucche da latte; inoltre – racconta Gilverto Pecorari – per approvvigionarsi di carne davano la caccia alle «mulitas (armadilli, nda), che inizialmente avevano scambiato per topi», e agli struzzi, che catturavano con difficoltà,per avere anche uova e piume. L’isolamento della colonia e la lontananza dai mercati per la vendita di mais, zucche e verdure, resero tutto ancora più difficile. I raccolti, secondo le testimonianze, non furono eccezionali. Saldati i debiti con i fornitori, quel che rimase bastò a malapena per la sopravvivenza dei coloni (Nota 48). L’esperimento di colonizzazione si chiuse in un paio d’anni con un fallimento. I coloni si dispersero nei dintorni e a Montevideo senza lasciare molte tracce. Poi sulla vicenda è calato un lungo oblio (Nota 49).
La «Relazione Dinale», senza esprimere alcuna valutazione sulla sua fattibilità, segnala infine un ben più complesso e vasto piano di colonizzazione in Uruguay di cui nel 1923 si fece promotore il perito agronomo Renzo Canali (o Casali) di Modena. Tramite una «Società anonima geografica italiana di colonizzazione», l’agronomo modenese intendeva acquistare terreni sui quali «dirigervi poi l’emigrazione rurale dell’Emilia, della Romagna e delle Marche». Sta di fatto che «il promotore chiese l’appoggio morale delle nostre Autorità governative e consolari ed il sostenimento delle spese necessarie (viaggi e mantenimento) per stabilire in antecedenza la località in cui fissare la colonia e per stabilire con lo stato dell’Uruguay e degli enti finanziari tutti gli accordi necessari». Pur avendo assicurato che la Società, in futuro, avrebbe restituito tali spese allo Stato, non ci sono notizie che il progetto abbia avuto sviluppo alcuno. 

Considerazioni conclusive
L’Italia della Marcia su Roma, in linea con le eredità culturali del nazionalismo, aborriva la sola idea che gli italiani si disperdessero per il mondo. Ma, senza contare la vicenda dei tanti fuoriusciti che ripararono nella regione del Plata, gli episodi di cui ci siamo occupati confermano la doppiezza dell’atteggiamento del governo di Mussolini in tema di emigrazione. Da una parte, infatti, il fascismo giunto al potere quando i varchi alle frontiere di grandi paesi d’emigrazione erano sostanzialmente chiusi (Nota 50), giudicava intollerabile l’immagine di masse di lavoratori che lasciavano l’Italia (Nota 51), ma dall’altra era obbligato ad assistere impotente al fiotto migratorio. Non avendo strumenti per regolare l’esplosivo mercato del lavoro interno aggravato dalla smobilitazione dell’esercito, infatti, il governo fascista non ostacolò e in qualche caso, anzi, incoraggiò iniziative volte a fondare colonie per emigrati italiani, specialmente reduci di guerra, in diversi paesi del Sud America, oppure a popolarne di già esistenti con l’afflusso di famiglie contadine da diverse regioni.
I progetti di colonizzazione realizzati, falliti o semplicemente pensati di cui in ruoli diversi ebbe a occuparsi Ottavio Dinale, confermano che la politica migratoria del fascismo degli esordi, in questo senso, non si discostava dal passato, pur ponendosi il problema di una reale tutela degli italiani in qualsiasi parte del mondo. Il capo del governo in un discorso pronunciato nel 1923 alla Scuola Normale Femminile «Carlo Tenca» di Milano, infatti, sostenne:
Non è possibile disinteressarsi di coloro che attraversano le montagne e si dirigono dall’altro lato dell’Oceano: non è possibile disinteressarsi di loro perché sono uomini, lavoratori e soprattutto italiani. Ovunque ci siano italiani là è la bandiera tricolore, là è la Patria, là è la difesa da parte del governo per questi italiani (Nota 52).
Seppure queste parole rappresentino una copertura ideologica a un atteggiamento non proprio aderente ai principi, l’impatto con la realtà del disastro economico e sociale del dopoguerra difficile da governare, costrinse a fare scelte molto più pragmatiche e il governo non si fece scrupoli nell’alimentare nuovi flussi migratori.Come dimostrano gli episodi di cui ci siamo occupati, tuttavia, sebbene confusa e senza reali innovazioni, la politica migratoria fascista guardava al di là dei tradizionali territori di accoglienza dell’America Latina. Fino a quando la politica delle porte chiuse non ebbe il sopravvento e il governo fascista non cominciò a centellinare la concessione di passaporti.


NOTE:

Nota 1 P. Sergi, Un modelo fascista de emigración italiana en Argentina. Así nació Villa Regina (Alto Valledel Río Negro)in «Estudios Migratorios Latinoamericanos», 72 (2012), pp. 177-199. Torna al testo
Nota 2 Già il 16 novembre 1922 Mussolini ne parlò alla Camera. «La nostra politica migratoria – disse ­– deve svincolarsi da quell’eccessivo paternalismo che l’ha caratterizzata fino ad oggi» e assicurò che il cittadino italiano «è saldamente tutelato dai rappresentanti della Nazione all’estero»: cfr. Il Governo e gli italiani emigrati, in «Fanfulla» (San Paolo), 18 novembre 1922; si veda anche Il nuovo governo e il problema dell’emigrazione, in «Fanfulla», 15 novembre 1922. Torna al testo
Nota 3 L’Emigrazione italiana negli anni 1924 e 1925, Commissariato Generale per l’Emigrazione, Roma 1926, p. VIII. Torna al testo
Nota 4 B. Mussolini, Opera Omnia, a cura di E. e D. Susmel, La Fenice, Firenze 1956, p. 29. Torna al testo
Nota 5 L’Emigrazione italiana negli anni 1924 e 1925, cit. Torna al testo
Nota 6 Per tali aspetti cfr. M. Vernassa, Note su emigrazione e fascismo: la politica “a vista” del regime (1922-1928), in «Signos Universitarios», 39 (2003), pp. 107-134. Più in generale, esiste una ricca bibliografia sugli atteggiamenti del fascismo nei confronti dell’emigrazione; cfr. A. Nobile, Politica migratoria e vicende dell’emigrazione durante il fascismo, in «Il Ponte», 11-12 (1974), pp. 1322-1341; O. Bianchi, Fascismo ed emigrazione, in V. Blengino, E. Franzina, A. Pepe (a cura di), La riscoperta delle Americhe. Lavoratori e sindacato nell’emigrazione italiana in America Latina, 1870-1970, Teti, Milano 1994, pp. 96-114; M. Pretelli, Il fascismo e gli italiani all’estero, Clueb, Bologna 2010; E. Franzina, M. Sanfilippo, (a cura di), Il fascismo e gli emigrati. La parabola dei Fasci italiani all’estero (1920-1943), Laterza, Roma-Bari 2003. Torna al testo
Nota 7 R. Sacchetti, La politica dell’emigrazione dell’indirizzo [sic] del nuovo governo, in «La Patria degli Italiani» (Buenos Aires), 27 febbraio 1923. Torna al testo 
Nota 8 Per un profilo di Dinale, si veda D. Fabiano,Ottavio Dinale, in Dizionario Biografico degli Italiani (http://www.treccani.it/enciclopedia/ottavio-dinale_(Dizionario-Biografico)/). Una breve e lacunosa biografia di cui sarebbe autore lo stesso Dinale si trova in Archivio Fondazione Ugo Spirito, Fondo Ottavio Dinale, scatola 2,Curriculum vitae di Ottavio Dinale. Il Fondo è stato consultato prima del riordino, per cui le segnature archivistiche sono puramente indicative. Lettere e documenti riguardanti Dinale, se non altrimenti citati, appartengono al suddetto fondo. Torna al testo
Nota 9 Rappresentante del fascismo nell’America del Sud, in «La Patria degli Italiani», 30 novembre 1923.Torna al testo
Nota 10 Dinale al figlio Neos, da bordo del «Cesare Battisti», 12 maggio 1923; Dinale ai familiari, Buenos Aires, 30 marzo 1924. Torna al testo
Nota 11 O. Dinale, Quarant’anni di colloqui con lui, Ciarroca, Milano 1953. Torna al testo
Nota 12 Sulle relazioni tra Italia e Argentina si veda: M. Mugnaini, L’America latina e Mussolini. Brasile e Argentina nella politica estera italiana (1919-1943),Franco Angeli, Milano 2008. Torna al testo
Nota 13 A. E. Fernández, Inmigración y pequeña propiedad agrícola en la Argentina de entreguerras: continuidades y límites de una política estatal, in «Estudios Migratorios latinoamericanos», 53 (2004), pp. 97-119. Torna al testo
Nota 14 M. Ruffini, Estado y política agraria en la frontera sur argentina: el territorio nacional de Río Negro (1916-1930), in «Estudios Fronterizos» (Mexico), 19 (2009), p. 100. Torna al testo
Nota 15 Amedeo Fani, altro «inviato» dei Fasci, anni dopo si disse convinto che con una politica più accorta dei governi italiani l’Argentina sarebbe stata una roccaforte italiana. Cfr. M. Sanfilippo, Il fascismo, gli emigranti italiani e l’America Latina. A proposito di un libro recente, in «Studi Emigrazione», 163 (2006), pp. 759-770.Torna al testo
Nota 16 Teofilo Petriella nacque nel 1878 a Circello, nel Beneventano. Emigrato poco più che ventenne negli Stati Uniti alla fine del 1900 svolse attività giornalistica e politica. Socialista nell’anteguerranel 1921 fu eletto deputato del Partito popolare. A Napoli diresse il quotidiano «Le battaglie del Mezzogiorno». Nell’estate 1923 riparò in Argentina. Il 25 maggio 1925 fu ucciso da un nipote a Luan Toro. Torna al testo
Nota 17 Relazione di Ottavio Dinale Le possibilità di colonizzazione in Provincia di Buenos Aires e nella Pampa, 16 febbraio 1924. Torna al testo
Nota 18 E. Caviglia, L’emigrazione italiana nel Sud America, Poligrafico dell’amministrazione della guerra, Roma 1923. Caviglia era anche ingegnere, esperto di bonifica agraria. Quando comandava il distretto militare di Catanzaro, pubblicò i saggi Bonifica di Santa Eufemia, estratto da «Giornale dei lavori pubblici e delle SS. FF.», XXX, 35-36, Tip. dell’Unione cooperativa, Roma 1903, e La sistemazione della Calabria, in «Nuova Antologia», 119 (1905), pp. 449-464, in cui chiedeva «l’esproprio dei latifondisti assenteisti, la sistemazione delle pendici boscose e dei corsi d’acqua, la bonifica delle zone paludose e malariche»: cfr. G. Rochat, Enrico Caviglia, in Dizionario Biografico degli Italiani, vol. 23, 1979 (http://www.treccani.it/enciclopedia/enrico-caviglia_(Dizionario-Biografico)/). Torna al testo
Nota 19 Progetti di colonizzazione italiana in America, in «La Patria degli Italiani», 6 marzo 1923. Torna al testo
Nota 20 l progetto Caviglia per l’emigrazione in Brasile, Uruguay e Argentina, in «Fanfulla», 10 marzo 1923. Sull’argomento cfr. F. Zega, “Italiani alta la testa!”. La presenza del fascismo a São Paulo (1920-1940), tesi di Dottorato in Studi Americani, XXI ciclo, Università di Roma Tre, a.a. 2007-08Torna al testo
Nota 21 O. Dinale, Dalla Valle Superiore del Rio Negro. Paesaggio italiano. I miracoli dell’acqua, in «Il Popolo d’Italia», febbraio 1923, ritaglio s.d. Torna al testo
Nota 22 Relazione di Ottavio Dinale Le possibilità di colonizzazione, cit. Torna al testo
Nota 23 Emigrazione e burocrazia. Il movimento migratorio in Argentina, in Almanacco de La Patria degli Italiani, 1923 Appia Editrice, Buenos Aires 1923, p. 430. Torna al testo
Nota 24 Documento di coloni italiani, Colonia Alvear, 18 marzo 1924. Torna al testo
Nota 25 Amministratore Sociedad Anonima «Colonia Alvear» a Dinale, Buenos Aires, 13 maggio 1924. Torna al testo
Nota 26 Attilio Pastore a Ottavio Dinale,Patagones, 9 febbraio 1923. Torna al testo
Nota 27 Il giornalista Ottavio Dinale parla de “Gl’Italiani in Argentina”, in «Giornale di Basilicata», 10-11 maggio 1930. Torna al testo
Nota 28 Filippo Bonoli nacque a Roma il 22 maggio 1883 dove si laureò in Ingegneria. In Argentina arrivò come aiutante dell’ingegner Cesare Cipolletti, ingaggiato dal governo per la sistemazione idraulica della Patagonia del nord e morto durante il viaggio. Direttore della Ciac, lasciò la compagnia e si occupò di altri progetti di colonizzazione. Morì nel 1967. Torna al testo
Nota 29 Progetto di massima per la costituzione della «Sociedad colonizadora Italo-Argentina del Rio Negro – Colonias “Vittorio Veneto” e “Monte Grappa”, Buenos Aires, maggio 1923. Torna al testo
Nota 30 Messaggio del Potere esecutivo alla presentazione del decreto di regolamento della legge 817 del 1876 sull’immigrazione e colonizzazione, Cámara de Diputados, vol. VI, Buenos Aires 1923, p. 577. Torna al testo
Nota 31 O. Bussini, R. Torresi, L’emigrazione italiana in Paraguay: una piccola ma significativa presenza, in «Altreitalie», 40 (2010), pp. 110-139. Torna al testo
Nota 32 Dal 1879 al 1925 non esistono dati disaggregati sull’emigrazione italiana in Paraguay: il dato era unico con l’Uruguay. Le stime che indicano una progressione di italiani residenti nel paese (3.000 nel 1881, 7.000 nel 1901, 9.000 nel 1911 e 5.211 nel 1924) non hanno, dunque, grande attendibilità (cfr. Commissariato Generale della Emigrazione, Annuario statistico della emigrazione italiana dal 1876 al 1925, Roma 1926, Tav. I, p. 1540). Lo stesso Cge, in contatto con il Comitato di patronato e rimpatri di Asunción, riteneva che nel 1923 la presenza italiana non superasse le 3.000 unità (Commissariato generale dell’emigrazione, L’emigrazione italiana dal 1910 al 1923, vol. II, Roma 1926, p. 369). Torna al testo
Nota 33 Cfr. L. M. Brezzo, El Paraguay a comienzos del Siglo XX (1900-1930), Editorial El Lector, Asunción 2010. Torna al testo
Nota 34 G. Chiaramonti, Perù, Ecuador e Bolivia. Le repubbliche impervie, Giunti, Firenze 1991. Torna al testo
Nota 35 L. Guarnieri Calò Carducci, L’emigrazione italiana in Bolivia dall’Unità alla fine del XX secolo: periodizzazione e caratteristiche, in «Altreitalie», 27 (2003), p. 56. Torna al testo
Nota 36 Cfr. Marchese Medici di Marignano, Sul rio Paraguay, dal lago Mandiorè al Mirim,Reale Società Geografica Italiana, Roma 1924. Torna al testo
Nota 37 Per una sintesi del memoriale: A. Puccini, La scoperta del “Rio Puccini” nel “Mato Grosso”, in «Lo scoglio» (Isola d’Elba), 49 (1997), p. 10. Torna al testo
Nota 38 L. Guarnieri Calò Carducci, L’emigrazione italiana in Bolivia, cit., p. 60. Torna al testo
Nota 39 Id., Dizionario storico-biografico degli italiani in Ecuador e in Bolivia, il Mulino, Bologna 2001, pp. 271 e 283-284. Torna al testo
Nota 40 Archivio Storico Ministero Affari Esteri (Mae), Roma, Affari Politici 1919-1930, Bolivia, b. 902, Legazione Italiana al Mae, La Paz 10 dicembre 1928. Torna al testo
Nota 41 Già negli anni Trenta dell’Ottocento un nucleo di Italiani si stabilì in Uruguay, quasi totalmente a Montevideo (F. J. Devoto, Un caso di migrazione precoce. Gli italiani in Uruguay nel secolo XIX, inL’emigrazione italiana e la formazione dell’Uruguay moderno, Fondazione Giovanni Agnelli, Torino 1993, p. 1). Un forte impulso immigratorio di italiani si ebbe dopo il 1865: oltre 660 mila italiani dal 1830 al 1930 hanno avuto come approdo l’Uruguay. La colonia italiana era la più numerosa tra quelle straniere e la più integrata. Dal 1908 il flusso di italiani divenne quasi insignificante (cfr. P. Sergi, Destino Uruguay, vol. I, Fondazione Italia nelle Americhe, Montevideo 2011, pp. 31-40). Torna al testo
Nota 42 Nella relazione è scritto Villasbonas ma il nome giusto è Villasboas, considerato un «brasilerismo».Torna al testo
Nota 43 Archivio Multimediale della Memoria dell’Emigrazione Regionale della Regione Friuli Venezia Giulia (d’ora in poi AMMER), Testimonianza di Ruben Tunin. Torna al testo
Nota 44 Emigrazione italiana nell’Uruguay, in «Bollettino dell’emigrazione», 23 (1924), p. 220. Torna al testo
Nota 45 «Bollettino dell’emigrazione», 24 (1925), p. 684. Torna al testo
Nota 46 Con la legge 10 settembre 1923 per sviluppare la colonizzazione agricola, il Banco Hipotecario del Uruguay fu autorizzato a operare con una sezione che si sarebbe occupata di acquistare terre da lottizzare e da rivendere, consentendo ai coloni, con piccoli prestiti, di diventare proprietari della terra coltivata. Torna al testo
Nota 47 AMMER, Testimonianza di Gilverto Pecorari. Torna al testo
Nota 48 Sebbene la situazione fosse alquanto precaria, nella colonia si registrò una nascita, quella di Aurora Pecorari. Torna al testo
Nota 49 Ringrazio Walter Mattiussi che ha estrapolato le notizie sull’esperimento di colonizzazione in gran parte qui pubblicate dalle testimonianze dell’Archivio AMMER. Grazie anche a Laura Vanoli, Mario Mattiussi e Nicolasa Suarez, per le prime informazioni sui luoghi della fallita colonizzazione. Torna al testo
Nota 50 E. Franzina, La chiusura degli sbocchi migratori, in Storia della società italiana, vol. XXI, La disgregazione dello stato liberale,Teti, Milano 1982, pp. 166-189. Torna al testo
Nota 51 F. Sulpizi, Il problema dell’emigrazione dopo la rivoluzione fascista, Albrighi, Segatti e Co., Roma 1923. Torna al testo
Nota 52 B. Mussolini, Il problema dell’immigrazione, in «Il Popolo d’Italia», 1 aprile 1923, cit. in Scritti e discorsi di Benito Mussolini, vol. 3, Hoepli, Milano 1934, pp. 97-100. Torna al testo

Questo saggio si cita: P. Sergi, Da Villa Regina a Villasboas. Progetti di colonizzazione in Sud America negli anni del primo fascismo, in «Percorsi Storici», 1 (2013) [http://www.percorsistorici.it/numeri/numero-1/titolo-e-indice/saggi/pantaleone-sergi-da-villa-regina-a-villasboas]

HISTORIA: COOPERATIVA AGRARIA DE PROVISIÓN, CONSUMO, CRÉDITO Y VIVIENDA VILLA REGINA LIMITADA.

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DIEGO LÓPEZ en la edición “VILLA REGINA AYER Y HOY” del año 1978 dice sobre la misma:
Villa Regina, campo fértil y propicio para el cooperativismo, como lo indican las Sociedades Cooperativas que funcionan en su medio, ha visto crecer paso a paso, la que promueve el presente comentario: la COOPERATIVA AGRARIA DE PROVISIÓN, CONSUMO, CRÉDITO Y VIVIENDA VILLA REGINA LIMITADA; fundada el 6 de Setiembre de 1959 con Personería Jurídica acordada por Decreto N° 1390, el 4 de Noviembre de 1964.
Para desarrollar aunque sea sintéticamente su trayectoria, nos atenemos a lo expresado por sus directivos: Dentro del grupo de Cooperativas existentes faltaba precisamente la que estuviera exclusivamente dedicada a la venta de artículos de consumo masivo y a ello estuvo dirigida la inquietud de los vecinos que contaron en aquel momento con el apoyo y asesoramiento de otras sociedades similares, especialmente la Cooperativa "12 de Octubre" de Cipolletti, tal como se deja constancia en los Libros de Actas respectivos, de la misma manera como en aquel momento se recibió el apoyo de la Municipalidad local.
PRESIDENTE: Francisco Cittá
VICEPRESIDENTE: Carlos Peralta
SECRETARIO: Rodolfo Giacomini
PROSECRETARIO: Eduardo Fittipaldi
TESORERO: Jaime Fischer
PROTESORERO: Otto Toncovich
VOCALES: Arnaldo Rigatto y Eduardo Alba.
Presidente de la primera Comisión Provisional fue el Señor Juan Filipuzzi.
Muchos años de esfuerzos pero sin desfallecimientos, debieron superarse hasta ver hecho realidad el sueño de su propio edificio, cuya inauguración tuvo lugar el 24 de Julio del corriente año. En pleno corazón de Villa Obrera, en parte del Barrio Municipal, sus modernas instalaciones cuentan con una extensión de 1.000 mts. 2, que incluye salón de ventas, -sistema autoservicio- administración, sanitarios, etc.
Su actual C. Directiva es la siguiente:
PRESIDENTE: Arnaldo Rigatto
VICEPRESIDENTE: Lino Paternoli
SECRETARIO: Carlos Peralta
PROSECRETARIO: Otto Clementis
TESORERO: Francisco Sánchez
PROTESORERO: Otto Toncovich
VOCAL 1° Eugenio Filipuzzi VOCAL 2° Pedro Cardelli VOCAL 1° SUPLENTE: Aldo Caporalini VOCAL 2° SUPLENTE: Antonio Geronimo VOCAL TERCERO SUPLENTE: Aldo Enzo Paron VOCAL 4° SUPLENTE Abraham Borsetta SÍNDICO TÍTULAR: Augusto Fagotti SÍNDICO TÍTULAR SUPLENTE: Luis Barasich GERENTE José M. Di Stasi.
Como tantas cooperativas del país este emprendimiento solidario sufrió  las inestabilidades políticas y económicas y su desaparición funcionando en la actualidad Supermecado La Anónima.

ANEXO:

5 de Diciembre de 1926 nace la Asociación Italiana F.A.I (Forza, Amore e Intelletto).

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Nace la Asociación Italiana F.A.I (Forza, Amore e Intelletto) actualmente CIRCULO ITALIANO - CONTEXTO: Toda sociedad aún desde sus inicios merece y se otorga un tiempo de recreación, de esparcimiento, de pura sociabilidad. El inmigrante con más razón en virtud de su soledad, de su desarraigo, irá estructurando una nueva red de relaciones primarias y secundarias que le brinden la contención necesaria para sobrellevar las experiencias en el nuevo ámbito. La Colonia Regina, peculiar al no poseer una sociedad receptora que actuara como espacio cultural asimilador, era un terreno virgen en el que se iría plasmando una cultura con múltiples identidades. Así en principio el colono forjará lazos con vecinos y con paisanos, que perduraron en el tiempo consolidándose con estructuras como el compadrazgo o los matrimonios. Luego vendría el tiempo de las instituciones, espacios socializadores por excelencia; así nació la F.A.I. La ClAC (Compañía Italo Argentina de Colonización) y en especial su gerente, Felipe Bonoli, vislumbró tempranamente la importancia de canalizar la necesidad de relacionarse que indefectiblemente surgiría entre los colonos y por ello alentó la conformación de una Sociedad de Socorros Mutuos que fue denominada "Forza, Amore e Inteletto", FAI, que además de su cometido social asistiría a los colonos. El NACIMIENTO DE FORZA, AMORE E INTELETTO (F.A.I) EI 5 de diciembre de 1926 quedó conformada la Comisión Directiva que regiría los destinos iniciales de la Sociedad de Socorros Mutuos la, integraban como Presidente el Ing. Felipe Bonoli, Vicepresidente Ing. Mario Bicchi, Secretario don Emilio Bignami y tesorero Ferdinando Ferravante, los Vocales eran: José Caporalini, Héctor Grifoni, Antonio Malnis, Rufino Gregori y Alejandro Fasulo. La lista de socios fundadores inscriptos el 13 de septiembre de Septiembre de 1926 era de 113 colonos. En sus inicios convocaron solamente a los hombres, sobre todo de la VilIa y de las chacras cercanas, luego con el objeto de integrar a las familias promovieron la ejecución de encuentros como la fiesta del 20 de septiembre en que las familias se reunieron por primera vez reconociéndose e identificándose como los pioneros de este rincón tan alejado de su patria. Como recreación esta sociedad comenzó a proyectar películas en su salón que además de lugar de reuniones y bailes también funcionaba como escuela de italiano. En ese mismo espacio habían habilitado las primeras canchas de bochas, luego con el tiempo también sus asociados se dedicaron a la práctica del fútbol. Las autoridades importantes que visitaban la Colonia eran agasajadas en las dependencias de la institución, varios embajadores italianos arribaron para conocer el emprendimiento de la CIAC, el primero de ellos fue el Conte Aldobrando Marescotti di Viano que llegó a Villa Regina el 15 de julio de 1930, se organizó entonces una cena en su honor preparada por los socios de la F.A.I, la vajilla tuvo que ser alquilada en Hotel Bonacci de Gral. Roca.





Fuente: 
Libro "La historia que nos une" de la Profesora de Historia Silvia Laura Zanini.

Publicado en el facebook del Teatro Círculo Italiano "ORGULLOSAMENTE REGINENSE".

F.A.I. Su Acta Constitutiva.
El 5 de diciembre de 1926, se fundó la F.A.I., luego denominado "Dopolavoro", hoy Circulo Italiano, el Acta Nº 1, fue redactada en italiano, así está escrita en el libro correspondiente.
Asamblea Generale per la constituzione della Societá "F.A.I." (Forza, Amore, Intelletto.) -
Deliberazioni
a).- Approvato a piena maggioranza di vote lo Statuto redatto dalla Comissione Provisoria.
b.) Un gruppi di soci presentarono la lista dei candidatti al Consiglio Directivo, che transcriviamo a seguito, e che fú votata per aclamazione; Ing. Fillippo Bonoli Presidente – Ing. Mario Bicchi, V. Presidente – Sig Emilio Bignami, Secretario – Sig. Ferdinandi Ferravante, V. Secretario – Tesoriere Sig. Ettore Grifoni – Consiglieri, Sig. Giuseppe Caporalini – Consiglieri, Sig. Antonio Malnis – Consiglieri, Sig. Rufino Gregori – Consiglieri, Sig. Alessandro Fasulo – Consiglieri, Sig. Francesco Vertúa, Colletore.
In vitú di quanto és statu oggi aprovato dalla Asamblea Generale del Soci rimare constituita la Societá “F.A.I.” (Forza, Amore, Intelletto)
Villa Regina, 5 Diciembre 1926.
A proposta dil Sig. Presidente é con l´appovazione di tutti i soci presente forone proclamati soci onorari i Signori: 1) Sig. E. de Michelis. R. Commissari Generale di Emigrazione. 2) Comm. Sig. Vicenzo Tasco. Consiguiere Della R. Ambasciata d´Italia in Buenos Aires. 3) Comm. Ettore Valsecchi Presidente Della Comp. Italo Argentina di Colonizzazione. Si chiude l´Asamblea alle ore 19, Villa Regina, 5 de Dicembre 1926 – Associazione Italiana F.A.I.
Il Secretario       :     
E. Bignami
Il Presidente
Ing. Fillippo Bonoli

Filippo Bonoli
“LA F.A.I. Su Acta Constitutiva” forma parte del libro: “Hechos y Realidades Reginenses” del Sr. Franco González, pág. 230.
  • TRADUCCION DEL ACTA CONSTITUTIVA DE LA F.A.I AL IDIOMA CASTELLANO.
LA F.A.I. Su Acta Constitutiva.
Asamblea General para la constitución de la Sociedad "F.A.I." (Fuerza, Amor, Intelecto.) -
Deliberación
a).- Aprobado con mayoría de votos el Estatuto redactado por la Comisión Provisoria. b.) Un grupo de socios presentaron la lista de los Candidatos del Consejo Directivo, que transcribimos a continuación y que fue votada por aclamación; Ing. Fillippo Bonoli Presidente – Ing. Mario Bicchi, V. Presidente – Sig Emilio Bignami, Secretario – Sig. Ferdinandi Ferravante, V. Secretario – Tesoriere Sig. Ettore Grifoni – Consiglieri, Sig. Giuseppe Caporalini – Consiglieri, Sig. Antonio Malnis – Consiglieri, Sig. Rufino Gregori – Consiglieri, Sig. Alessandro Fasulo – Consiglieri, Sig. Francesco Vertúa, Colletore.
En vitud de lo que hoy se ha aprobado por la Asamblea General de los Socios queda contituída la Sociedad “F.A.I.” (Fuerza, Amor, Intelecto)
Villa Regina, 5 Diciembre 1926.
A propuesta del Sr. Presidente y con la aprobación de todos los socios presentes fueron proclamados socios honorarios el Señor 1) Sig. E. de Michelis. R. . Commissari Generale di Emigrazione. 2) Comm. Sig. Vicenzo Tasco. Consiguiere Della R. Ambasciata d´Italia in Buenos Aires. 3) Comm. Ettore Valsecchi Presidente Della Comp. Italo Argentina di Colonizzazione. Se da por finalizada la Asamblea a la hora 19 horas, Villa Regina, 5 de Diciembre 1926 –
Associación Italiana F.A.I.

El Secretario     
E. Bignami   
El Presidente
Filippo Bonoli.

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